El gran cambio que ha experimentado la producción agropecuaria en los últimos tiempos ha obligado a un cambio en la mentalidad sobre lo que es el personal que trabaja en el campo. Hasta hace poco los empleados eran personas que iban aprendiendo sus oficios con la experiencia, empezando a trabajar desde muy jóvenes, peor su eficiencia, si bien en algunos casos era destacable, hoy no satisface las necesidades del campo moderno. Actualmente la aplicación de tecnología en todas las áreas de la producción rural obliga a tener un personal capacitado, con requerimientos que irán en aumento mientras la incorporación de alta tecnología y nuevas técnicas de manejo en el establecimiento vaya en aumento. Por otra parte, de acuerdo al pensamiento de Gustavo Morello (Aportes Argentinos a la ética y la RSE, 2004), “La empresa se ha transformado en un ámbito mayor que el de la producción de bienes y servicios, es un espacio que configura lo social y organiza la vida de la gente; mientras el trabajo, ha dejado de ser solo un contrato económico; para transformarse en un mecanismo de incorporación a la sociedad. Más que un pacto de retribución, es validación social, aceptación por parte de la sociedad de lo que una persona es capaz de hacer. El trabajo configura la forma de mirar el mundo”.
El médico veterinario Marcelo Canosa trabaja desde 1989 en el tema de la
capacitación de personal y brindó una explicación sobre esto en el CREA
Concordia Chajarí.La empresa permite un mayor desarrollo de las personas que se
debiera acrecentar en la medida que se progresa en planes de capacitación. Las
personas obtienen un mayor beneficio económico y un lugar en la sociedad, las
empresas un lugar en el mercado y una mayor renta.
Las empresas ganaderas además se caracterizan por trabajar con tecnología de
procesos que requiere de personas capacitadas, y para mayor garantía de los
resultados se requiere de equipos capacitados, que no solo sepan manejar los
conocimientos y técnicas nuevos sino también que aprendan a tener nuevos
comportamientos imprescindibles para los trabajos en equipo.
La experiencia indica que si el empleador no realiza la capacitación de su
personal, él aprendizaje se va a dar de todas maneras, aunque generalmente no en
la forma en que el empresario quiere y con el tiempo se va abriendo una brecha
entre ambos, sobre todo en cuanto a lo que es la adopción de tecnología, como la
idea llega a la práctica. Otra de las realidades que ha acentuado esta brecha
entre el dueño del campo y los empleados es que con el tiempo han ido
despareciendo los rangos intermedios, como el capataz, puestero, administrador,
que antes hacían de lazo entre el dueño y el personal, cubriendo la brecha.
Diferencias
Es importante reconocer que hay distintas diferencias entre el dueño del campo y el personal que trabaja en el. La primera de ellas es cultural, por las costumbres y hábitos de ambos, aunque además hay diferencias culturales entre las distintas empresas, de manera que cuando una persona entra a trabajar a un establecimiento proveniente de otro, no hay que esperar que sepa hacer todo ni del modo en que se hacen las cosas en el campo, por lo que hay que contarle como son las reglas del juego. También en la forma de la comunicación, que en el caso del personal es básicamente oral, mientras que el propietario emplea la comunicación escrita, por lo que ambos deben adaptarse a lo que hace el otro. Por una cuestión de educación y comportamiento, a veces se cree que determinaron errores son culpa del personal, cuando en realidad el dueño debería tener más participación. Otras realidades que marcan las diferencias son la instrucción básica, las diferencias generacionales, personalidad y el conocimiento técnico y de los procesos, que se acentúa hoy en día porque quienes manejan los campos tienen formación universitaria y constantemente se capacitan, mientras que generalmente el personal no. Todas estas situaciones son adquiridas, ya que los hombres son iguales, en los primeros años de vida los hombres van aprendiendo lo más importante. Esta realidad hay que tenerla en cuenta ya que se trabaja con gente adulta que ya está formada, eso hay que tenerlo en cuenta al capacitar, entender que al personal le pasan cosas, al igual que a nosotros.
Empleados comprometidos con la empresa
Uno de los factores más importantes para empezar es como se consigue el
compromiso del personal con la empresa, lo que debe empezar cubriendo las
necesidades básicas del empleado, conocer su entorno, controlar y valorar su
trabajo, pagándoles bien y con reconocimientos verbales y públicos, ya que a
todos nos gusta que se reconozca si hizo las cosas bien. Hay que motivar el
desarrollo personal, a que se sienta parte de la empresa.
El mayor aprendizaje se da por imitación, a los padres y luego a distintos
modelos, por eso todos en la empresa deben estar capacitados, muchas veces los
empelados imitan al dueño, por eso hay que apadrinar al que necesita más
capacitación.
Para iniciar un plan de capacitación el primer convencido debe ser el
empresario. Convencido de la necesidad de una capacitación íntegra de las
personas que trabajan en la empresa, empezando por sí mismo y continuando por
las líneas intermedias hasta el último de los trabajadores. Hay que plantear
para qué y por qué se capacita al personal, definir cual es la función del
personal y la tarea que va a hacer, para que las cosas sean claras y concretas.
¿Para qué la capacitación? Para lograr mayor eficiencia en el trabajo, para
acortar tiempos, acotar errores, asegurar resultados.
La mejor forma de preparar al personal es en equipo, ya que un grupo que
adquiere conocimientos no los pierda aunque algunos miembros se vayan, además es
más útil en empresas que tienen un trabajo más intensivo. Trabajar en equipo
significa potenciar individualidades, diversidades y capacidades individuales.
Para poder trabajar en equipo es necesario lograr la máxima comunicación entre
los integrantes. Sin comunicación no hay equipo.
La capacitación debe ser individual, viendo las necesidades particulares de cada
individuo, grupal, con reuniones periódicas del personal o por áreas, puede ser
llevando un técnico externo, sobre temas específicos o simplemente los objetivos
de la empresa. También se puede hacer campo afuera, intercambiando información
con campos vecinos o visitando otros establecimientos para copiar situaciones.
Una situación que se da cuando se junta personal de dos campos distintos, es que
todos se apartan por afinidades, generalmente aquellos que tienen un mismo cargo
y se realiza una transferencia de conocimientos informal que es muy importante
ya que si hay buena relación entre las personas, hay mayor transferencia.
En las reuniones grupales, es muy importante el ambiente que se cree, en donde
todos participen, que haya un círculo de intercambio en donde se siga una
conversación.
Es importante que en las reuniones de capacitación estén todas las jerarquías de
la empresa, ya que eso le da más importancia al tema, aunque a veces hace que
los que tienen menor rango se inhiban y solo participen cuando se les pregunte
algo o cuando se toque un tema específico. En ese sentido aquellos que pueden
inhibir mucho a los empleados, como el dueño o el administrador, no deberían
estar presentes en algunos casos.
Continuidad de la capacitación
A partir del inicio de la capacitación queda implícito un compromiso del
empresario para con el personal, que no debe ser defraudado. Hay una promesa de
capacitación que debe ser cumplida y además debe ser acompañada con la
implementación de las técnicas o métodos aprendidos. Si uno se compromete con
las personas que trabajan en la empresa es más fácil que esas personas se
comprometan con la empresa.
Es muy importante que la capacitación tenga continuidad, que se planifique en el
tiempo. ¿Cuál es el resultado esperado de un plan de capacitación? Lo primero
que se suele lograr es una gran motivación. Esa motivación del personal está
basada en el intercambio entre pares, en la posibilidad exponer sus ideas y
resolver problemas comunes a todos. A partir de allí se debe evitar que esa
motivación decaiga, por eso necesita de un seguimiento del empresario, porque si
éste no es receptivo al diálogo al día siguiente, entonces no sirve de nada.
Luego la motivación se incrementa cuando se logran objetivos, de ahí la
importancia de comunicar los objetivos y luego los logros, festejándolos con el
personal, que sepa que se hicieron las cosas bien.
De esta manera se logra una mayor eficiencia en el personal, en especial para
hacer frente a las nuevas tecnologías que se aplican al sector agropecuario,
cuya implementación en el campo hace a la diferencia entre las empresas que son
más eficientes y las que no lo son. Además se logra una mejor interacción entre
las personas que componen la empresa, mejorando la calidad de vida de todos
ellos.
Por Santiago Rivas – Agrositio.com – Fuente AACREA