En el actual contexto laboral, donde las personas talentosas son muy exigentes a la hora de elegir una opción laboral, consideramos que una de las características distintivas que define a una Empresa como “Empleador de Preferencia” está vinculada claramente con su entorno organizacional.
Para entender el clima laboral, y cómo puede impactar en la productividad, podemos analizarlo en tres niveles de relación y que, como se verá, en definitiva tienen que ver con el nivel de Confianza que se establece dentro de la organización entre: a) el Management o Líderes Gerenciales y su personal, b) entre las personas y su tarea y c) entre los propios empleados entre sí.
a) Credibilidad:. Un líder Gerencial o Jefe, despierta credibilidad cuando se comunica adecuadamente y es una persona accesible, cuando demuestra saber lo que hay que hacer y cuando puede transmitir su visión del negocio, siendo íntegro y coherente entre lo que dice y lo que hace.
b) Respeto: se trata con respeto a los colaboradores, cuando se le dan los elementos necesarios para cumplir con la tarea asignada. Es muy motivante cuando el personal siente la satisfacción del deber cumplido. Pero para ello, las personas deben tener los medios para cumplir su tarea. Asimismo, se trata con respeto cuando se reconoce el esfuerzo y dedicación, cuando se permite que los colaboradores participen en las decisiones que afecten a su trabajo. También, cuando se brindan los medios y oportunidades para que las personas se capaciten y desarrollen.
c) Imparcialidad: Este concepto supone que las personas son remuneradas en forma equitativa, que todos los colaboradores tengan las mismas oportunidades, que no hay discriminación. Es decir, que se manejen criterios justos y objetivos en la evaluación y las recompensas, evitando la arbitrariedad y evitando favoritismos a la hora de las contrataciones y ascensos.
Estos tres componentes determinan por un lado, que el personal se sienta Orgulloso tanto por la tarea que desarrolla como por los logros alcanzados y por pertenecer a la Empresa para la cual trabaja. Por otro lado, inciden en la Camaradería del grupo, permitiendo que cada uno sea uno mismo en su lugar de trabajo, conduciéndose con autenticidad. En este sentido, el espíritu de cuerpo implica el genuino compañerismo, definido como la posibilidad de compartir, de festejar los logros, de saber que uno no está solo sino que cuenta con la colaboración de los demás en todo momento.
Para finalizar, es importante aclarar que no todas las personas están en la misma situación respecto a su interacción con el Entorno laboral. En cada etapa de la vida, hay decisiones distintas vinculadas con los propios proyectos personales y con las circunstancias que se están viviendo. En general, podríamos decir que hasta los 30/35 años, es tiempo de “sembrar” para “cosechar” más adelante. En esta etapa, en la elección de la “Empresa de Preferencia” un muy buen entorno laboral es prioritario, porque en definitiva, se está buscando un trabajo donde se pueda aprender en serio y desarrollarse como persona y como trabajador.
Otros criterios guían a personas que ya han avanzado en su carrera laboral. En estos casos, los candidatos analizan más la viabilidad del proyecto, y es altamente probable que dada su experiencia y nivel de desarrollo de su Inteligencia Emocional, se espere de ellos que influyan y tomen acciones concretas a los efectos de mejorar el entorno laboral. En estos casos, seguramente estas personas darán mayor ponderación a la calidad de vida, es decir el componente de equilibrio o balance entre trabajo y vida personal, que, como ya hemos visto, es otro de las aspectos del entorno laboral.
Por: Federico Pike – Agrositio RR.HH. para el Agro