Riego y fertilización de una pastura base alfalfa
en el centro sur bonaerense

Ing. Agr. DUHALDE, J. M.

OBJETIVO

Estudiar el efecto del riego y de la fertilización con fósforo y nitrógeno sobre la producción de forraje de una pastura base alfalfa en un argiudol petrocálcico (tosca a 55-60 cm).

MATERIALES y METODOS

La pastura se integró con alfalfa DK 166, festuca El Palenque y cebadilla criolla Martín Fierro y fue sembrada el 23/5/1996. Se utilizó un diseño experimental de parcelas sub subdivididas completamente aleatorizado, con tres repeticiones. Las parcelas principales: con riego suplementario (R) y sin riego (S), se dividieron en dos subparcelas: sin agregado de fósforo en la siembra (P0) y con 100 kg/ha de P2O5 (P100) = 350 kg/ha de roca fosfórica molida. Estas, a su vez, se fraccionaron en tres para asignarles al azar los niveles de fertilización nitrogenada: N0 = sin agregado de N; N50 = con 50 kg/ha de N en forma de urea y N100 = con 100 kg/ha de N. Los últimos dos se aplicaron anualmente en forma fraccionada:
a- marzo/abril (30% del fertilizante) y b- agosto/setiembre (70%).
El planteo del ensayo se realizó cercano a una fuente proveedora de agua para facilitar el riego. El tratamiento con agregado de agua se distanció 3 metros del de secano para evitar el efecto deriva del viento. Se emplearon 2 aspersores 360°, que con una presión de 1 atm. ofrecen un caudal equivalente a 15 mm/hora. Se realizaron 25 cortes, el primero el 15/10/1996 y el último el 29/12/1999, se estimó producción de materia seca (MS) y se separaron los componentes alfalfa y gramíneas. En laboratorio se determinó calidad del forraje (fracciones de fibra, digestibilidad y proteína). Los datos de MS, en cada corte, acumulado anual y total acumulado, se analizaron por el método de la varianza al 0,05.
Cuando correspondió, las medias se compararon por el test de Duncan con un nivel de confianza del 5%. Al comienzo del ensayo, en octubre 1997, 1998, 1999 y junio de 2000 se extrajeron muestras de suelo y del agua utilizada para regar y fueron analizadas en INTA Balcarce.

RESULTADOS

No se registró diferencias (p=0,05) entre los niveles de fertilización fosfatada en la implantación de la pastura. Por ello, se presenta la información sobre productividad de materia seca y contribución de la alfalfa (cuadro 1) con los factores riego y nitrógeno para cada año y forraje total acumulado.

Cuadro 1. Producción de forraje (tn MS/ha) en cuatro años, total acumulado 1996- 1999 y aporte de la alfalfa a los tratamientos regados (R) y de secano (S) con tres niveles de fertilización nitrogenada. CEI Barrow.

Promedios seguidos por letras iguales, dentro de columnas, no difieren entre sí significativamente al nivel del 5% Duncan.

La aplicación de riego, 407 mm/año, mejoró la productividad 63%: 61,39 vs 37,70 ± 5,83 tn MS/ha (cuadros 1 y 2), con la mayor diferencia porcentual respecto a secano en 1999 (146%) y la menor en 1997 (29%). El agregado de nitrógeno a la dosis más alta (N100 fraccionado 30 kg en abril y 70 en setiembre) comparado con los testigos sin fertilizar, tanto en la pastura regada como en secano, aumentó el forraje total acumulado 28 y 22% (78,58 vs 61,39 y 45,84 vs 37,70 ± 5,83 tn MS/ha), respectivamente. A su vez, bajo riego, la mayor diferencia de la fertilización se registró en 1999 (44%) y la menor en 1997 (16%). En secano las diferencias ante el agregado de N se observaron en los mismos años, pero fueron de manor magnitud: 30 y 19%, respectivamente.
El efecto combinado riego y fertilización nitrógenada en el nivel mayor (N100) resultó positivo ya que produjo 108% más forraje que el testigo Secano sin aplicación de N (78,58 vs 37,70 ± 5,83 tn MS/ ha). Para estos últimos tratamientos, la eficiencia en el uso del agua fue de 12,9 kg MS/mm llovido en la pastura de secano sin N y 17,3 kg MS/mm precipitado + regado en el tratamiento RN100.
Por cada kg de nitrógeno aplicado en RN100 se obtuvo una producción extra de 46,4 kg MS, mientras que en secano para SN100, la eficiencia en el uso del nitrógeno fue 111% menor: cada kilogramo de N agregado logró 22,0 kg de materia seca.

Cuadro 2. Riego aplicado a los tratamientos (R), precipitación y total de agua (mm) mensual y acumulada durante 1996-1999. CEI Barrow.

En los próximos cuadros se presentan los resultados de la aplicación fraccionada de nitrógeno: a) en otoño (cuadros 3 y 4) y b) a la salida del invierno (cuadros 5 y 6) tanto bajo riego como en secano.

Cuadro 3. Producción de forraje acumulada en dos cortes otoño-invierno (tn MS/ha), posteriores a la aplicación de 30% del N para cada cada dosis de fertilización y nivel de riego y aporte de la alfalfa Años 1997, 1998, 1999 y total de MS acumulada en los seis cortes considerados. CEI Barrow.

Promedios seguidos por letras iguales, dentro de columnas, no difieren entre sí significativamente al nivel del 5% Duncan.

Cuadro 4.Calidad media del forraje, según tratamientos, en los cortes de otoño-invierno 1997- 1999. CEI Barrow.

Ref : MS = % materia seca; FDN = % fibra en detergente neutro; FDA = % fibra en detergente ácido; DMS = % de materia seca digestible; EM = energía metabolizable (Mcal/kg MS) y PB = % de proteína bruta.Determinaciones realizadas en el CIDV Ts. As.

Cuadro 5. Producción de forraje en dos cortes de primavera (tn MS/ha) posterior a la aplicación del 70% del N para cada dosis de fertilización y nivel de riego y aporte de la alfalfa. Años 1996 a 1999 y total de materia seca acumulada en los seis cortes considerados. CEI Barrow.
1996 1997 1998 1999 Acumulado

Promedios seguidos por etras iguales, dentro de columnas, no difieren entre sí significativamente al nivel del 5% Duncan.

Cuadro 6. Calidad media del forraje, según tratamientos, en los cortes de primavera 1996- 1999.
Tratamientos Parámetros

Ref : MS = % materia seca; FDN = % fibra en detergente neutro; FDA = % fibra en detergente ácido; DMS = % de materia seca digestible; EM = energía metabolizable (Mcal/kg MS) y PB = % de proteína bruta.Determinaciones realizadas en el CIDV Ts. As.

La aplicación fraccionada del fertilizante permitió acumular más forraje en invierno y primavera, tanto bajo riego como en secano: 37 y 40% y 39 y 33% para la primera y segunda estación, respectivamente. La eficiencia en el uso del nitrógeno fue para la aplicación de otoño: 43 y 28 kg MS por kg N, mientras que en la fertilización a la salida del invierno por cada kilogramo de N se lograron 29 y 14 kg de MS en la pastura regada y secano, respectivamente.
En junio de 2000 se muestreó el suelo, en secano y con riego, para conocer el estado de algunos indicadores al finalizar un ciclo de cuatro años bajo pastura con 25 cortes extractivos-no pastoreo-. En el caso de la pastura regada, luego de haber recibido desde agosto de 1996: 1626 mm (cuadro 2) de agua clasificada para riego como dudosa en salinidad y sodicidad (Reunión IPG,INTA,1998) o su equivalente C3S3 (laboratorio de Salinidad Riverside, EEUU). La caracterización del agua, inicial y 2000, se puede observar en el cuadro 7 y los resultados del análisis de suelo se presentan en los cuadros 8 y 9.

Cuadro 7. Caracterización del agua empleada en el riego. CEI Barrow. meq./litro ó mmol/litro Clasificación para Riego Parámetro

Ref.: pH = grado de acidez; P= fósforo (Bray 1); MO = materia orgánica; Ca = calcio; Mg = magnesio; Na = sodio; K = potasio y CIC = capacidad de intercambio de cationes.

Cuadro 9. Evolución de algunos parámetros del suelo con pastura bajo riego. CEI Barrow.
Ref.: pH = grado de acidez; P= fósforo (Bray 1); MO = materia orgánica; Ca = calcio; Mg = magnesio; Na = sodio; K = potasio y CIC = capacidad de intercambio de cationes.

Donde se incorporó riego, tanto para los primeros 20 centímetros de suelo como en todo el perfil, se produjo un significativo incremento del sodio de intercambio, 0,3 a 1,7-1,9 meq/100 g (cuadro 9). No obstante, el Na representó sólo el 6,75 – 8,56% del total de cationes intercambiables, por lo que su aumento no significó riesgo de alterar las propiedades productivas del suelo. El pH pasó de 6,5 a 6,8 – 6,9; se registró un contenido 24,2% superior de materia orgánica, 3,30 a 4,10% y una fuerte caída del nivel de fósforo soluble. En este caso, los valores descendieron de 23,7 a 4,3 y 10,7 a 4,1 ppm en los primeros 20 cm y total del perfil, respectivamente.
En la pastura bajo condiciones de secano, la disminución de los niveles de fósforo fue menor: 23,7 a 9,7 ppm en el horizonte superficial y 10,7 a 5,9 ppm en el total del perfil, con un aumento del 15,2% en la materia orgánica (cuadro 8).
La extracción del elemento P a través de remoción de la fitomasa aérea por corte y la no reposición en cantidades similares (se refertilizó todo el ensayo en 1998 con 120 kg/ha de superfosfato triple), llevó a una situación de menor producción estacional y acumulada en 1999 (cuadros 1, 3 y 5) con un descenso en la participación relativa de la alfalfa en la composición de la mezcla forrajera. Esto último se reflejó en el inferior tenor de proteína bruta del pasto de primavera 1999 (cuadro 6) comparado con el mismo parámetro de calidad para las primaveras anteriores.