- Las ganancias de casi un 2% del petróleo ayudan al aceite de soja, que empuja al resto del complejo en el CBOT.

- China compró recientemente cargamentos de poroto brasileño para mayo/junio y cargamentos de oleína de palma para mayo y junio, mientras que India adquirió aceite crudo de palma y oleína para entregas entre mayo y septiembre.

- La negociación se reanuda este martes con un euro más fuerte frente al dólar, reflejo de la desconfianza persistente hacia la economía estadounidense.

- Inversores muestran preocupación por las declaraciones de Donald Trump, quien insiste en reemplazar a Jerome Powell como presidente de la Reserva Federal.

- Powell mantiene su postura de independencia y se niega, por ahora, a implementar recortes de tasas de interés exigidos por el ejecutivo.

- Tras el cierre por Viernes Santo, los mercados de EE. UU. reabrieron el lunes con fuertes caídas, especialmente en trigo, maíz y soja en Chicago.

- La mejora en la competitividad exportadora de materias primas, debido a un dólar en su nivel más bajo en tres años, no fue suficiente para detener la presión vendedora de los fondos.

- Los agricultores estadounidenses avanzan rápidamente con la siembra de soja y maíz, especialmente en Iowa e Illinois. A pesar de la previsión de una semana lluviosa, los vientos fuertes permitirían reanudar las tareas entre frentes de mal tiempo.

- En Sudamérica, ABIOVE advirtió que cualquier incremento en el mandato de biodiesel en Brasil dependerá de decisiones políticas. Mientras tanto, los niveles de base de exportación en Argentina y para aceites sudamericanos se mostraron más firmes, mientras que Brasil presentó cierta debilidad.

- China importó solo 3,5 millones de toneladas de soja en marzo, reflejando una demanda más débil.

- En paralelo, China anunció una subasta de 624.000 toneladas de sus reservas de soja para el 23 de abril, y su Ministerio de Agricultura de China proyecta una producción de soja de 21,2 millones de toneladas para la nueva campaña.

- La incertidumbre política y monetaria en EE. UU. pesa cada vez más sobre los mercados agrícolas, generando un clima de cautela y desarme de posiciones especulativas.

Por Esteban Moscariello