
Según los estudios, el uso del producto permite aumentar la producción en 0.98 kg de leche por vaca al día, lo que equivale a un 2.6% más de leche. Además, se registraron incrementos diarios de 31.1 g en grasa láctea (2.0%), 36.6 g en proteína láctea (2.8%) y 44.4 g en lactosa (2.5%), mejorando tanto la cantidad como la calidad de los sólidos lácteos.
Otro aspecto relevante es la mejora en la conversión del alimento. Con cada kilogramo de alimento, se obtiene una mejora de 56.7 g de leche (3.7% más), 74.4 g de leche con energía corregida (ECM, 4.7% más) y 62.7 g de leche con grasa corregida. Estos avances no solo repercuten en una mayor rentabilidad, sino que también se asocian a una mejor salud del rodeo, evidenciada por una reducción del 3.6% en el recuento de células somáticas, indicador de una ubre más sana, y un incremento del 3.2% en la eficiencia en el uso del nitrógeno, lo que optimiza el aprovechamiento proteico.
La fase de transición, especialmente el periodo preparto, es crucial para la salud del rodeo. Estudios realizados en la Universidad de Pelotas (Brasil) han comprobado que la suplementación con Bovacillus mejora la calidad del calostro. Con un incremento del 2.6% en el índice Brix, el 87% de las vacas suplementadas alcanzaron calostro de alta calidad (>23% Brix) en comparación con el 56.5% del grupo control.
Esto se traduce en una transferencia de inmunidad pasiva más efectiva, reduciendo el riesgo de enfermedades en los terneros y generando un mayor peso al destete, con un incremento promedio de 3.7 kg. Asimismo, el consumo de materia seca se incrementó en 0.6 kg/día en el preparto y 0.5 kg/día en el postparto, facilitando una transición más suave hacia la lactancia.
En resumen, la incorporación de Bovacillus no solo impulsa la producción y la eficiencia alimenticia del tambo, sino que también favorece el inicio de una vida productiva más saludable para los terneros, generando mayores beneficios económicos para el productor.
Fuente: Todo Lecheria