
El Gobierno Nacional simplificó los trámites para la importación de bienes de capital usados, con la derogación de las restricciones que complicaban el ingreso de equipos cuando competían con productos fabricados en el país.
En el caso de la maquinaria agrícola, incluye la posibilidad de ingresar tractores y cosechadoras, además de una amplia gama de implementos.
La medida fue dispuesta a través del Decreto 273/25 y alcanza a «los bienes usados comprendidos en las posiciones arancelarias integrantes de los Capítulos 84 a 90 de la Nomenclatura Común del Mercosur«.
Estas posiciones arancelarias incluyen:
Máquinas, aparatos y artefactos agrícolas, hortícolas o silvícolas, para la preparación o el trabajo del suelo o para el cultivo
Máquinas, aparatos y artefactos de cosechar o trillar, incluidas las prensas para paja o forraje; cortadoras de césped y guadañadoras
Máquinas de ordeñar y máquinas y aparatos para la industria lechera
Tractores
Estos productos podrán ingresar libremente al país, tributando un arancel máximo de 35%.
CIBU
En la práctica, el Decreto 273/25 elimina las restricciones al ingreso de máquinas usadas que disponía el marco legal vigente, aprobado en 1994 durante la gestión de Domingo Cavallo al frente del Ministerio de Economía.
Esa normativa establecía la necesidad de contar con un Certificado de Importación de Bienes de Capital (CIBU), condicionando la importación de máquinas usadas a la aprobación previa de la autoridad competente, al tiempo que se prohíbía expresamente el ingreso de algunas posiciones del Nomenclador.
Desregulación
La eliminación del CIBU simplifica notoriamente el ingreso de equipos usados al país. La medida se enmarca en la decisión del Gobieno Nacional de desregular la actividad en los distintos sectores de la economía.
«En Argentina estaba prohibido importar bienes de capital usados. Para que dimensionemos esto, sería como que en una economía se prohibiera la venta de autos usados. El absurdo queda a la vista«, simplificó el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, impulsor de la nueva medida.
Riesgos
La importación indiscriminada de máquinas usadas pone en riesgo la actividad industrial del sector, tanto en lo que respecta a los fabricantes de capitales nacionales como a las multinacionales con presencia fabril en el país.
El ingreso sin restricciones de bienes de capital no sólo favorece el comercio de equipos usados en sí. También puede servir de paraguas para maniobras de dumping, máxime en momentos en donde el mercado global de la maquinaria cuenta con excedentes de producción debido a la caída de las ventas en diversos mercados.
Antecedentes
No es un dato menor que las restricciones que regían hasta ahora fueran aprobadas durante la gestión de Cavallo, caracterizada por un importante proceso de apertura económica.
Justamente, ese contexto económico de la década de 1990 tornó necesaria la implementación de una medida que apuntada a limitar los efectos nocivos de una competencia desigual en la industria local.
Fuente: MaquiNAC