La papa tiene su origen en el sur de América, iniciando su cultivo por pueblos que habitaban la Cordillera de los Andes.

La versatilidad de este producto en la gastronomía ha popularizado su uso; en la industria es utilizado para elaboración de botanas y de bebidas alcohólicas como el vodka.

Actualmente la papa ocupa el cuarto lugar en importancia como producto alimenticio por detrás del maíz, arroz y trigo, siendo el principal productor China, seguido por Rusia, India y Estados Unidos.

En México los principales estados productores de papa de acuerdo con lo reportado por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) son Sonora, Sinaloa y Veracruz, los cuales en conjunto siembran un total de 35,000 hectáreas representando el 56% del total nacional.

Por su parte, la Confederación Nacional de Productores de Papa de la República Mexicana (Conpapa) menciona que en México se producen 1 millón 878,976 toneladas, de los cuales el 56% es destinado para consumo en fresco, el 29% es dirigido a la industrialización y el 15% restante es reservado para la producción de semilla y reproducción.

El valor de la producción de la papa representa 17,500 millones de pesos. La importancia de esta actividad a nivel nacional reside en los más de 8,700 productores de la que dependen 77,800 familias generando 17,500 empleos directos y más de 50,000 indirectos.

Nuevo León se encuentra ubicado en un punto estratégico, su capital es un importante centro industrial y comercial en la zona norte del país, tiene cercanía a mercados de ciudades importantes en Tamaulipas, Coahuila, y el sur de Texas.

Lo anterior representa un potencial de oportunidades de inversión para la actividad agropecuaria dentro del estado.

El cultivo de papa en Nuevo León se concentra en el sur del estado, la actividad se desarrolla en 2,500 hectáreas en los municipios de Galeana con una participación del 79.3 %, Aramberri con el 17.6 % y Dr. Arroyo con 3.1 %; y representa el 4% de la superficie destinada a este cultivo a nivel nacional obteniendo rendimientos alrededor de 42 toneladas por hectárea y se ubica en el sexto lugar de la producción total nacional.

El periodo de cosecha de papa en Nuevo León inicia a finales de septiembre y termina en enero, presenta sus mayores volúmenes durante los meses de noviembre y diciembre, abriendo una ventana importante de comercialización ya que durante ese lapso los principales estados productores no cuentan con producción, aprovechando la ventaja competitiva, esto ayuda a garantizar la disponibilidad de papa fresca a lo largo del año en el mercado nacional.

La zona productora de Nuevo León al tener un clima semi desértico contribuye con el control de plagas y hongos, el suelo arenoso de baja fertilidad característico de la región favorece su drenaje evitando pudriciones y enfermedades; lo anterior promueve el desarrollo del cultivo.

La adopción de nuevas tecnologías de producción como el uso de sembradoras semi automáticas, implementación de sistemas de riego por goteo, uso de drones para el control de plagas y enfermedades, y monitoreos satelitales mejoran en gran medida la obtención de un mayor rendimiento, aumenta la calidad y la posibilidad de mejorar el precio final de sus productos.

Entre los desafíos a enfrentar en el cultivo de papa es el uso integral del agua; los elevados costos de producción limitan la inversión en la superficie de cultivo y una disminución de mano de obra en la zona por efecto de la migración a centros urbanos.

Actualmente mediante la inversión en nuevas tecnologías y tecnificación de labores contribuyen directamente a incrementar la productividad y son algunas de las formas de sortear los retos antes mencionados.

Los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), como institución financiera de desarrollo participa en el financiamiento a la actividad primaria y junto con la banca comercial propicia el desarrollo de productores a través de los financiamientos y apoyos para el desarrollo de la actividad primaria, y la adquisición de infraestructura necesaria.

FIRA contribuye a impulsar al desarrollo de la actividad primaria, mediante 3 objetivos prioritarios: Inclusión financiera, productividad/eficiencia, y sostenibilidad.

*Roberto Ramírez Melendez es agente y José Miguel Castro Reyes es promotor de FIRA en Nuevo León, con sede en la Agencia Montemorelos. “La opinión aquí expresada es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.