El año 2024 fue una verdadera montaña rusa para las granjas porcinas en Argentina. El Informe de Rentabilidad Porcina del IERAL de la Fundación Mediterránea revela un período marcado por pérdidas significativas en el primer semestre, seguido de una recuperación notable hacia fin de año. Este análisis detalla las razones detrás de estas fluctuaciones, evaluando factores como la localización de las granjas, los costos de alimentación y la eficiencia productiva.

Primer semestre: una caída pronunciada

El 2024 comenzó con márgenes netos positivos de $592 por kilo producido en diciembre de 2023, pero esta situación dio un giro radical durante los primeros meses del año. En junio, las granjas registraron un márgen neto negativo de $248/kg. Este descenso se explicó por la caída del 55% en el precio real del capón y una reducción insuficiente en los costos, lo que puso en jaque a muchos productores.

Segundo semestre: luz al final del túnel

El panorama cambió durante la segunda mitad del año. Una fuerte recomposición del precio del capón, que creció un 43% en términos reales entre junio y diciembre, sumada a la estabilización de los costos de los granos, permitió recuperar los márgenes. Para fin de año, las granjas de eficiencia media alcanzaron márgenes netos positivos de $466/kg.

El papel de la localización

La ubicación geográfica resultó ser un factor determinante en los resultados económicos. Granjas ubicadas a 450 km del puerto de Rosario promediaron márgenes de $148/kg, mientras que aquellas más cercanas al puerto, a 150 km y 0 km, registraron márgenes de $110/kg y $73/kg respectivamente. Esta diferencia responde a los costos de transporte de los insumos clave, como maíz y soja.

Eficiencia productiva: el factor diferenciador

El informe también subraya la importancia de la eficiencia en la producción. Las granjas de alta eficiencia, con una conversión alimenticia de 2,5 kg de alimento por kilo de capón y una producción de 4.116 kg por madre al año, lograron márgenes netos de $609/kg a fines de 2024, equivalentes al 49% de sus costos. En contraste, las granjas menos eficientes solo lograron $219/kg, representando el 13% de sus costos.

Costos de alimentación: el desafío permanente

Los costos de alimentación continúan siendo el mayor componente dentro de la estructura de costos, representando entre el 60% y el 70% del total. En 2024, el precio de los granos se mantuvo bajo, lo que permitió una reducción del 27,6% en los costos de alimentación en términos reales. Sin embargo, rubros como la energía (+28%) y la sanidad (+22%) mostraron aumentos significativos.

Lecciones del 2024

La volatilidad extrema experimentada en 2024 pone en relieve la necesidad de estrategias adaptativas en el sector porcino. Entre las claves para mitigar los riesgos están:

  • Diversificar mercados para reducir la dependencia de un único precio de venta.
  • Mejorar la eficiencia productiva mediante tecnología e innovación.
  • Evaluar estrategias de localización que permitan optimizar costos de insumos.

El informe del IERAL resalta un 2024 lleno de desafíos y aprendizajes para las granjas porcinas. Mientras que el primer semestre evidenció la fragilidad del sector ante las fluctuaciones del mercado, la segunda mitad del año demostró el potencial de recuperación cuando se combinan mejoras en los precios y en la gestión de los costos. El camino hacia una mayor estabilidad económica pasa por adoptar prácticas más eficientes y resilientes ante las dinámicas del mercado.