Durante el 2024, el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mide la inflación, en la división de alimentos y bebidas no alcohólicas llegó a 15,40%, el más alto de los últimos 16 años, según un análisis del presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Luis Fernando Romero.

Esa división encierra la mayor parte de los productos o artículos de alta demanda o mayor consumo de la población.

“La inflación de 15,40% es la más elevada en los últimos 16 años, del 2009 al 2024. Solo en 2010 se observó un dato elevado de 11,26% de inflación acumulada en dicha división. Inclusive, revisando la inflación por grupo, la de alimentos ha presentado igualmente su cifra más alta durante el 2009-2024; con un dato del 12,99% de inflación acumulada a diciembre del año pasado”, explicó Romero a La Razón.

El domingo, el director del Instituto Nacional de Estadística (INE), Humberto Arandia, reconoció que el Índice de Precios al Consumidor registró un incremento de más del 15% a lo largo de 2024 en alimentos y en bebidas no alcohólicas; principalmente refrescos.
“Alimentos y bebidas no alcohólicas, y eso es lo que sentimos, 15,4% (…). Es alta, nadie lo va a negar, es lo que percibe quizás la población más pobre”, indicó Arandia.

Romero explica que la inflación por divisiones es alta en todas las divisiones, por ejemplo, la de bienes y servicios diversos llegó al 17,82%, muebles y, la de bienes y servicios domésticos al 13,09%.

En varias ocasiones, autoridades del Gobierno atribuyeron la inflación a los bloqueos evistas, al contrabando a la inversa, la inflación importada, factores climáticos y el contexto adverso internacional.

Inflación

Justamente, el director del INE dijo el domingo que, según estudios de esa entidad, la inflación es producto de los factores climáticos, a las importaciones, la especulación y los bloqueos de carreteras de los seguidores del expresidente Evo Morales.

Romero considera que se trata de una mirada “miope ya que la inflación, además de las causas ya citadas, es producto de una crónica insolvencia e iliquidez de dólares en nuestra economía, producto de una crisis fiscal, que ha dado lugar a la escasez y un precio elevado de la divisa”.

Agrega como otro factor, el desabastecimiento de combustible que también generó pérdidas en la producción agropecuaria.

“Las estadísticas oficiales solo reflejan la tercera parte de la inflación real o de mercado, que vive la gran mayoría de los bolivianos. Por lo tanto, sería pertinente cambiar o ajustar la actual metodología de cálculo del IPC, donde solo un 6% de los bienes y servicios ponderados corresponden a la canasta básica familiar, o en su defecto implementar un IPC específico para la misma”, explica Romero.

Asimismo, según el economista, el poder adquisitivo se contrajo y el peso boliviano está devaluado en un 60% por la inflación, lo que obligó a reajustar los gatos y hábitos de consumo de los bolivianos.

Según las cifras que presentó hace unos días el INE, la inflación acumulada a diciembre del año pasado alcanzó a 9,97%, también la más alta de los últimos años.