Una posible guerra arancelaria entre México y Estados pondría en riesgo a la industria cárnica en nuestro país y a sus consumidores, con un eventual aumento de precios que revertiría las medidas antiinflacionarias adoptadas por las autoridades mexicanas, advirtió el Consejo Mexicano de la Carne (CoMeCarne).
Si bien se registra aumento en el consumo de la carne en México -desde pollo, res y cerdo, principalmente-, las medidas arancelarias entre los países podría disminuir la demanda por el aumento en el precio, dijo Macarena Hernández, directora del organismo privado.
De acuerdo con estadísticas de ComeCarne, de enero a octubre del presente año, en México se han consumido 8 millones 814,000 toneladas de carne, lo que representa crecimiento de 4.5% en términos reales (descontando inflación), respecto a las 8 millones 436,000 registradas en igual periodo del 2023.
La directiva de la industria refirió que dicho comportamiento al alza se debe a que los mexicanos obtuvieron mayores ingresos, la inflación se ha contenido y el gobierno federal ha impulsado los programas sociales.
El Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic)implementado desde el gobierno de Andrés Manuel López ha permitido que haya mayor oferta de cárnicos en el país, pues se les eliminó el arancel a las importaciones de res y pollo procedente de Sudamérica para compensar la demanda mexicana.
Las medidas que tomó el gobierno para frenar la inflación, y abrió el mercado mexicano a las importaciones de productos cárnicos al permitirse la entrada libre de arancel de países con los que no tenemos tratado, permitieron una baja en el ritmo de crecimiento de los precios.
Por ejemplo, la carne de res luego de tener incrementos de precios de 10.2% en 2021, de 14% en 2022, se redujo el porcentaje a 3% en 2023 y 3.4% en 2024.
La carne de cerdo registró incrementos de precios de casi 12% en 2021 y de 10% en 2022, pero en los últimos dos años bajó a 3%. En el caso del pollo de verse incrementos de precios de 13% en 2022 bajó a casi 2% en 2023 y a 1.7% en 2024.
Las empresas que conforman a CoMeCarne estiman que al cierre del año se hayan consumido en el país alrededor de 10 millones 724,000 toneladas, lo que implicaría un crecimiento real de 3.9% respecto al año 2023.