La reciente caída en los precios de la soja ha devuelto el control a los bajistas en el mercado. Durante la última semana, los futuros de soja en Chicago (CBOT) para la posición más cercana registraron una baja de 11,6 usd/t. Esta tendencia bajista ha sido impulsada por varios factores, entre los que destacan condiciones climáticas favorables en Sudamérica, señales de una posible desaceleración de la demanda china y un entorno político incierto en EE.UU. tras la reciente victoria republicana en las elecciones.
Las condiciones meteorológicas en Sudamérica han mejorado notablemente, beneficiando a Brasil y Argentina. Gracias a las lluvias recientes, los analistas han revisado al alza sus proyecciones de producción de soja para la campaña 2024/25. Se espera que Brasil alcance niveles récord de producción, superando los 160 millones de toneladas, mientras que Argentina muestra una recuperación y crecimiento en la intención de siembra de soja. Esta abundancia de oferta podría reducir la competitividad de las exportaciones de soja estadounidense, especialmente si la demanda china continúa debilitándose. Además, la política en EE.UU. añade otra capa de incertidumbre, ya que el enfoque de Elon Musk y Vivek Ramaswamy en la reducción del déficit podría amenazar el apoyo a los biocombustibles, impactando así los mercados agrícolas. Si bien los bajistas mantienen el control por ahora, cualquier cambio en la demanda china o en las políticas comerciales de EE.UU. podría alterar la tendencia actual del mercado.
Los márgenes de procesamiento de soja en China cayeron drásticamente la semana pasada, junto con un descenso en los precios de la harina en la Bolsa de Productos de Dalian (DCE). Además, China ha decidido eliminar el reembolso del 13% en impuestos para las exportaciones de aceites usados (UCO), una medida que podría impactar en la rentabilidad de sus exportadores.
En resumen, el mercado de soja se encuentra bajo presión debido a una combinación de factores: mejora en la producción sudamericana, disminución de la demanda china y un entorno político incierto en EE.UU. A corto plazo, los bajistas parecen tener el control, especialmente si las condiciones actuales persisten.
No obstante, cualquier cambio inesperado en las políticas comerciales de EE.UU., un repunte en la demanda china o una corrección en las previsiones de producción en Sudamérica podrían alterar esta tendencia.
Inauguración del Puerto de Chancay en Perú
El presidente chino, Xi Jinping, junto a su par peruana, Dina Boluarte, inauguraron el jueves (14) el puerto de Chancay en Perú, con el objetivo de establecer una ruta directa a través del Océano Pacífico y fortalecer la presencia de China en América Latina. Este será el puerto más importante de América Latina.
Este ambicioso proyecto, liderado por Cosco Shipping Ports con una inversión inicial de 1.200 millones de dólares, busca convertir a Chancay en un nodo clave para el comercio entre Asia-Pacífico y Sudamérica. Se prevé que la inversión total ascienda a 3.400 millones de dólares, alcanzando una capacidad operativa de un millón de contenedores.
El puerto de Chancay no solo beneficiará a Perú, sino que también tendrá un impacto significativo en el comercio de Brasil y Argentina con China, al ofrecer un punto de entrada y salida más eficiente. Con la posibilidad de reducir costos y tiempos de transporte, se espera que este nuevo corredor comercial incentive un mayor intercambio entre Sudamérica y Asia, impulsando el crecimiento económico regional y fortaleciendo los lazos comerciales entre estos continentes.
China intensifica compras de soja a Brasil
China necesita adquirir entre 13 y 14 millones de toneladas de soja antes de finales de febrero, lo que ha llevado a un reajuste en sus patrones de compra. Ante esta fuerte demanda, Brasil se posiciona como un proveedor clave. De la oferta de Brasil, se espera que China absorba el 80% de la soja, mientras que el resto deberá ser cubierto por Estados Unidos. Sin embargo, la capacidad de embarque podría limitar la rapidez con la que EE.UU. pueda cumplir con estas entregas.
Este cambio en la estrategia de compras de China sugiere un mayor enfoque en la soja brasileña en detrimento de la estadounidense, especialmente ante la incertidumbre política en EE.UU. con la inminente asunción de Donald Trump el 20 de enero. Además, se prevé una reducción en la actividad del procesamiento de soja en China durante enero y febrero, lo que podría limitar la oferta de subproductos como la harina y aceite de soja.
Esta semana será clave para observar cómo evolucionan tanto la demanda global como las condiciones climáticas en Sudamérica. El enfoque estará en el progreso de la siembra en Argentina, las lluvias continuas en Brasil y la respuesta de los mercados a las decisiones de política comercial de China, especialmente en lo que respecta a sus exportaciones de aceite.
Por Esteban Moscariello
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