En respuesta a las inquietudes manifestadas por Estados miembros, países terceros y actores del sector privado, el Parlamento Europeo decidió retrasar la aplicación de la ley contra la deforestación, inicialmente prevista para finales de 2024. La normativa, que prohíbe la entrada en el mercado europeo de productos vinculados a la deforestación, se aplicará ahora a partir del 30 de diciembre de 2025 para grandes empresas, y el 30 de junio de 2026 para pequeñas y microempresas.

La propuesta de aplazar la ley fue aprobada en una sesión plenaria con 371 votos a favor, 240 en contra y 30 abstenciones, luego de ser tramitada por el procedimiento de urgencia. Esta extensión busca proporcionar un margen adicional para que los operadores económicos se ajusten a los nuevos requisitos, considerados complejos y exigentes. Entre las enmiendas introducidas por el Parlamento, se destaca la creación de una nueva categoría de países "sin riesgo" de deforestación, lo que podría aliviar los requisitos para aquellos que demuestren un desarrollo forestal estable o en crecimiento.

Actualmente, los países proveedores se clasifican en tres categorías de riesgo: bajo, estándar y alto, con diferentes niveles de exigencia en función de su grado de implicación en la deforestación. La nueva categoría "sin riesgo" estará destinada a naciones que muestren un riesgo insignificante o nulo de deforestación, lo que facilitará las condiciones de comercio para sus productos. La Comisión Europea tiene hasta el 30 de junio de 2025 para desarrollar un sistema de evaluación comparativa que determine la clasificación de cada país.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha informado que, entre 1990 y 2020, se perdieron 420 millones de hectáreas de bosque en todo el mundo, una extensión mayor que el territorio de la Unión Europea. Se estima que el consumo europeo es responsable de alrededor del 10% de la deforestación global, principalmente por la demanda de productos como el aceite de palma y la soja, que representan más de dos tercios del impacto.

El reglamento, adoptado el 19 de abril de 2023, forma parte de los esfuerzos de la UE para combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. La ley cubre productos como carne de vacuno, cacao, café, aceite de palma, soja, madera, caucho, carbón vegetal y papel impreso, que solo podrán comercializarse en la UE si no están vinculados a prácticas de deforestación.

Con la decisión del Parlamento, el texto vuelve a la comisión de Medio Ambiente para iniciar negociaciones con el Consejo. Para su entrada en vigor, la normativa deberá recibir el respaldo tanto del Parlamento Europeo como del Consejo y ser publicada en el Diario Oficial de la UE.

Este aplazamiento, aunque controvertido, refleja la tensión entre la necesidad de una acción urgente contra la deforestación y las dificultades prácticas para implementar cambios rápidos en las cadenas de suministro globales. La UE continúa comprometida con sus objetivos ambientales, aunque con una mayor flexibilidad para facilitar la transición del sector privado hacia prácticas más sostenibles.