La industria de oleaginosas en Santa Cruz enfrenta una crisis debido a la falta de grano de soya y al desabastecimiento de diésel, lo cual frenó las operaciones de molienda y pone en riesgo los compromisos de exportación.
Jorge Amantegui, presidente de la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob), expresó su preocupación por la paralización de la producción, que actualmente solo abastece al mercado interno con stock previo.
Amantegui explicó que la escasez afecta a sectores dependientes de la soya, como la industria avícola, porcina y lechera, que requieren sus derivados para alimentación.
Según el ejecutivo, el sector está en una situación crítica debido a que solo ha podido cosechar el 10% de las 400.000 hectáreas previstas para la campaña de invierno, ya que la falta de diésel limita el trabajo en el campo.
A nivel nacional, la falta de diésel impacta directamente en la capacidad de la industria para producir subproductos como harina solvente, esencial para el consumo interno y las exportaciones.
De acuerdo con el reporte de la Caniob, la molienda de alrededor de 370.000 toneladas programadas para la cosecha de invierno está en riesgo, lo cual podría llevar a un desabastecimiento de insumos alimentarios en el sector pecuario en 2025.
Amantegui también hizo un llamado al Gobierno, señalando que garantizar el abastecimiento de diésel para el sector agropecuario es una responsabilidad estatal.
Además, argumentó que se debería priorizar el suministro del carburante para la producción de alimentos. En su criterio, sin una solución rápida, el país podría enfrentar una «desgracia» en el primer semestre de 2025, marcada por una escasez de alimentos básicos para el sector productivo.