–Lo fundamental es que el Perú mantiene una solidez macroeconómica y fiscal. Entonces, tiene esa estabilidad que es siempre positiva para atraer a financistas internacionales.

Son precondiciones necesarias para atraer los capitales verdes. También creo que es clave el compromiso político para desarrollar todas estas iniciativas, lo cual se ratifica con el desarrollo de eventos como este Foro Internacional de Finanzas Verdes, la Hoja de Ruta de Finanzas Verdes, la implementación de una taxonomía verde que contribuya a que se desarrollen las finanzas verdes.

Otra condición previa es tener un mínimo nivel de desarrollo del sector financiero, que en el caso del Perú tiene una base de inversionistas diversificada, además de un sector bancario bastante desarrollado.

El Perú tiene las condiciones necesarias para que esta agenda cobre fuerza y se desarrolle más en el futuro.

–¿Por qué es necesario contar con una taxonomía verde para el desarrollo de las finanzas sostenibles?

–El desarrollo de una taxonomía de finanzas verdes es uno de los principales elementos de la Hoja de Ruta de Finanzas Verdes que aprobó el Gobierno peruano durante el año pasado. Contar con este instrumento permite clasificar las actividades que son consideradas verdes o amigables con el medioambiente con el objetivo de atraer flujos financieros de inversiones privadas para esos sectores.

Si no contamos con esta taxonomía, no podemos determinar bien si una actividad económica es verde o no.

–Considerando la biodiversidad del Perú y de los países latinoamericanos, ¿qué tan importante es impulsar ahora las finanzas verdes?

–Es una prioridad para los países de la región. Pero no solo se trata de la taxonomía verde, sino también de incorporar todo el tema de biodiversidad, eso es clave.

Por ejemplo, en el Banco Mundial trabajamos en otros países en incorporar los criterios de biodiversidad y hacer como taxonomías con actividades que contribuyen a la biodiversidad. Se trata de un proceso paulatino, pero que tiene mucha importancia y cada vez mayor relevancia.

También se están desarrollando mercados de créditos de biodiversidad aparte del mercado de créditos de carbono, que lleva algunos años funcionando bien.

–En el caso específico del Perú, ¿cómo se está avanzando este tema con apoyo del Banco Mundial?

–Trabajamos en el Perú apoyando toda la agenda de cambio climático desde hace años. Apoyamos al Gobierno del Perú con nuestro programa de asistencia técnica y también con instrumentos financieros.

–¿Ese apoyo se podría incrementar al contar con una taxonomía verde?

–El compromiso del Banco Mundial con este tema va más allá. La taxonomía de finanzas verdes es básicamente para traer financistas del sector privado para que financien proyectos en el Perú.

–En esta coyuntura internacional, ¿hay interés de las empresas por participar en proyectos verdes y amigables con el medioambiente?

–Sí, de hecho los inversionistas globales cada vez están incorporando todos estos criterios de sostenibilidad en sus políticas de inversión.

Contar con una taxonomía verde es fundamental para atraer a los inversionistas globales y también para que el sector financiero doméstico pueda financiar actividades sostenibles y actividades verdes en el Perú.

–Un motor de crecimiento en el Perú es la agroexportación, que es muy sensible a los fenómenos climáticos, ¿cómo puede aportar las finanzas verdes para su sostenibilidad?
–La idea es que los inversionistas y los financistas puedan identificar qué exportaciones o qué actividades son consideradas verdes o sostenibles.

En el caso específico de las agroexportaciones el desarrollo de este tipo de instrumentos financieros, por ejemplo, para las pequeñas y medianas empresas (mypes), el principal tejido empresarial del Perú, es muy importante.

Ahí, el desarrollo de instrumentos financieros para pymes es clave. Ello se puede lograr mediante fondos de deuda para pymes o fondos de garantías para que la banca pueda prestar más a las pymes.

–¿Qué actividades de las pymes podrían ser sujetos de mayor interés por parte de los inversionistas verdes?

–Está todo el tema de bionegocios. En general, todas las actividades que contribuyan con la biodiversidad. Por ejemplo, dentro de la taxonomía verde se incluye a los sectores de pesca y agricultura. Aquí la idea es establecer qué tipo de pesca y acuicultura se puede manejar mejor bajo el concepto de sostenibilidad.

–Si bien hay interés en los grandes capitales por el tema de las finanzas verdes, ¿las empresas en el Perú están interesadas por formular proyectos verdes?

–Uno de los desafíos es la creación de proyectos verdes que puedan ser estructurados de tal manera que estén listos para ser financiados por el sector privado, por lo que se han emitido varios bonos sostenibles y bonos verdes en el Perú.

Las Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (CMAC) tienen en su agenda hacer emisiones verdes y temáticas, al igual que la banca. Al final, es el principal canal para financiar a las pymes.

La agenda en el Perú es bastante ambiciosa. También se trabaja en vivienda verde.

–¿Así como hay un proceso de cambio de la matriz energética también se apunta a una transformación de la matriz productiva hacia una economía verde y sostenible?
–Así es. El Foro de Finanzas Verdes y toda la agenda del Ministerio del Ambiente (Minam) es para ir incorporando el cambio climático y la sostenibilidad dentro de la producción del país.

Escenario

En el Foro Internacional de Finanzas Verdes 2024 se expuso que el mundo enfrenta múltiples desafíos ligados a la sostenibilidad ambiental, explicado de manera evidente por la comunidad científica con el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación de los ecosistemas terrestres, la acidificación de los océanos, la contaminación, el estrés hídrico, entre otros.

El Ministerio del Ambiente (Minam) considera que la inacción frente a estos desafíos no es una alternativa válida porque los riesgos para la población y los sistemas económicos y sociales del mundo son muy altos.

Por ello, considera necesario canalizar recursos financieros para implementar actividades que prevengan o mitiguen los efectos (riesgos, impactos, entre otros) de estos problemas ambientales y, en otros casos, promover una transición hacia sistemas económicos y sociales más resilientes frente a aquellos cambios que sean irreversibles. En las actividades de canalización de recursos para la implementación de actividades aparece la necesidad de involucrar a los mercados financieros.