Unas 15.000 hectáreas de girasol se prevé sembrar en el estado Portuguesa, específicamente en los municipios Turén y Santa Rosalía, durante el ciclo norte-verano 2024-2025.

La recepción de la producción estará a cargo del Consorcio Oleaginoso de Portuguesa S.A. (Coposa), que ya firmó un convenio con las asociaciones agrícolas de la región para impulsar el cultivo del rubro, garantizar su procesamiento y alcanzar la producción de unas 8.000 toneladas de aceite.

En apoyo a los productores, la empresa de oleaginosas se comprometió a adquirir la totalidad de la cosecha. “Vamos a procesarla y eso nos va a permitir producir entre 7.000 y 8.000 toneladas de aceite de girasol”, informó Antonio Rodríguez Rodríguez, presidente de Coposa.

En el acuerdo se recomienda sembrar del 1° de octubre al 15 noviembre de este año y se garantiza al productor un precio mínimo de 450 dólares por tonelada, hasta un rendimiento de 1.500 kilos por hectárea acondicionados.

Adicional al precio mínimo, el contrato contempla un incentivo a la alta productividad, con precios hasta de 500 dólares la tonelada para rendimientos que estén por encima de los 1.800 kilos por hectárea acondicionados.

Agricultura de contrato

El contrato con Coposa fue firmado por representantes de diversos gremios agrícolas de Portuguesa, entre ellos la Asociación de Productores Rurales del estado (Asoportuguesa), Productores Agrícolas Independientes (PAI) y la Asociación de Productores Rurales de Turén (Asopruat).

Mediante este mecanismo -agricultura de contrato- la empresa privada garantiza al productor la compra de la cosecha y desde el primer momento quedan claras las condiciones de pago, el monto y el tiempo de espera.

Para el productor esta fórmula es garantía de tranquilidad, pues “sabe quién le va a comprar, a qué precio y cuándo le va a pagar. Están todas las reglas claras”, indicó Ramón Bolotín, presidente de PAI.

Destacó que este método de negociación también sirve como herramienta para el financiamiento de parte de la banca y de la bolsa de valores. “Sabemos que el financiamiento agrícola es casi nulo, pero esta es una manera de recuperarlo”, apuntó.