De acuerdo con los datos de la Cappro, la industrialización de oleaginosas acumulada al cierre del séptimo mes del 2024 alcanzó 1.970.600 toneladas, que representa un incremento del 14 % frente al mismo periodo del año pasado y 158 mil toneladas más con respecto al promedio para este periodo de los últimos cinco años.

Si bien en este julio se puede observar un leve incremento del volumen procesado de oleaginosas con respecto al mismo periodo del 2023, aún se mantiene lejos de los mejores registros para este mes. Así, desde el gremio destacan que aunque este panorama parece apuntar hacia un año positivo para la industria aceitera, la realidad es que el aumento de la molienda guarda más relación con la presión sobre la industria local por el aumento de la exportación de granos en estado natural.

“El considerable aumento de la exportación de granos en estado natural, principalmente hacia la Argentina, reduce considerablemente la disponibilidad de granos para este segundo semestre del año y podría llevar a un cierre muy prematuro en las actividades de molienda en muchas de las industrias aceiteras del país”, mencionó la Cappro en su informe mensual.

Desde el gremio se hizo hincapié, además, en que durante los últimos años se ha observado una tendencia a la baja en el procesamiento del principal cultivo agrícola del país, la soja, debido a la pérdida de condiciones de competitividad. Esta realidad se refleja en las estadísticas de exportación, ya que desde el 2019 (excluyendo la sequía del 2022) se registró una caída en la participación de los productos industrializados en la generación de divisas del complejo sojero.

“Del 41 % en 2019, se pasó a un 29 % en 2023. En el mismo sentido, la exportación de granos de soja pasó de representar el 59 % de todo lo generado por el complejo a ser el 71 %”, mencionaron.