Las importaciones mexicanas de frijol crecieron 156% en el primer semestre de 2024 en términos interanuales, a 300 millones de dólares, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.

Entre las razones del disparo de estas compras externas destacan la sequía en regiones productoras, menor disponibilidad de semillas y una mayor apertura comercial.
En todo 2023, las compras totalizaron 369 millones de dólares, un récord que duplicó el anterior máximo histórico.

Sin precisar cantidades, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) indicó en un reporte emitido este mes que proyecta un aumento de sus ventas de frijol al mercado mexicano en la actual temporada que culmina en septiembre.

Estados Unidos aportó 87.1% del total del frijol importado por México en 2023 y Canadá se ubicó como la segunda fuente de abastecimiento externo con 8.2 por ciento.

Un tercer proveedor fue Argentina, cuyos envíos récord a México en 2023 alcanzaron los 16 millones de dólares.

Argentina ha podido incrementar sus embarques a México porque no paga aranceles a partir de un decreto publicado por el gobierno mexicano el 16 de mayo de 2022 en el que exenta las importaciones de varios productos de la canasta básica, entre ellos el frijol, desde países con los que no se tienen acuerdos comerciales como una medida para combatir la inflación.

En términos de volumen, las importaciones mexicanas de frijol fueron de 305,282 toneladas en 2023, un incremento de 265%; mientras que las exportaciones totalizaron 21,654 toneladas, una baja de 63.2%, a tasas anuales.

Producción a la baja

“Para el ciclo octubre de 2023 a septiembre de 2024 se espera una producción aún menor, con 688,000 toneladas de frijol, debido a las afectaciones climáticas, con una reducción del 22.9%”, informó recientemente el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

En Zacatecas se ha registrado una carestía de semillas de frijol negro y el Durango hubo retrasos en la entrega de este mismo insumo por parte de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex). El frijol forma parte esencial de la cultura culinaria de México, proporcionando una valiosa fuente de proteínas y fibra.

Los mexicanos consumen frijoles en diversos platillos, cocidos o refritos, en sopas de crema, sopes o enfrijoladas, o como guarnición, entre muchos otros.

No obstante, en los últimos años, el consumo per cápita (7.7 kilos) ha experimentado algunas variaciones debido a factores como los cambios en los hábitos alimenticios, el costo y la disponibilidad en el mercado.

A pesar de estos desafíos, el frijol sigue siendo un alimento básico en muchas partes del país.

En 2023, México produjo 723,642 toneladas de esta leguminosa, lo que supone una caída de 25% en comparación con 2022, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura.

¿Quiénes fueron los estados productores líderes? Sinaloa (172,162 toneladas, +4.0% interanual), Zacatecas (146,974 toneladas, -52.2%), Nayarit (69,349 toneladas, -2.4%) y Chiapas (68,242 toneladas, -0.6 por ciento).

Las condiciones climatológicas desfavorables para el desarrollo de la legumbre seca en Zacatecas fue uno de los factores por los que la producción del cultivo se desplomó, lo que ocasionó un alza de 15.5% en el precio pagado a los productores.

Pero el valor de la producción en la entidad disminuyó 45% en comparación con el año anterior.

Hubo en 2023 menores rendimientos causados por retrasos y disminución de lluvias. La sequía provocó una reducción de siembras y un aumento de siniestros, resultando en la menor producción registrada en los últimos 30 años. En conjunto, Estados Unidos y Canadá aumentaron el volumen destinado al mercado mexicano en 192,367 toneladas respecto del año anterior. En tanto que el volumen procedente de Argentina fue el más alto registrado hasta la fecha, de 29,609 toneladas.

Estados Unidos aportó el 87.1% del total del frijol importado por México en 2023 y Canadá se ubicó como la segunda fuente de abastecimiento externo con 8.2 por ciento.