“El año pasado trajimos cuatro vacas y un equipo convencional, y el desafío en esta oportunidad fue presentar la última tecnología que tenemos en la empresa que es el robot para ordeñar que llamamos VMS (Voluntary Milking System), que es un sistema de ordeñe voluntario”, informó José de Nicolás, gerente de Marketing de DeLaval.
En el predio de Palermo las cuatro vacas están siendo ordeñadas tres veces por día, con demostraciones para el público cada dos horas, aproximadamente.
“Estos equipos se utilizan para ordeñar unas 60 a 70 vacas y son totalmente robotizados, no hay ningún operario que ayude o que le tenga que poner las pezoneras a las vacas o hacer algo en la rutina. El equipo trabaja desde que entra la vaca, le brinda algo de ración para que se sienta cómoda y todo el proceso de ordeño lo hace un brazo robótico, tanto la preparación como desinfección de los pezones y la colocación de las pezoneras”, describió el técnico.
Por otra parte, el sistema permite registrar una serie de datos del ordeño, como flujo de leche, trazas de sangre que eventualmente pueda tener, conductividad eléctrica de la leche; para luego sacar conclusiones y reportes de producción, rutina de ordeñe y salud de los animales.
“La información que nos aporta este equipo es muy valiosa para que después el productor, veterinario o ingeniero agrónomo tome decisiones en cuanto al manejo”, agregó De Nicolás.
El término voluntario de este sistema está ligado a que por una cuestión fisiológica la vaca necesita del ordeñe cuando tiene las ubres llenas, y el equipo, luego de un período de acostumbramiento, hace que las vacas “cuando sienten la necesidad de ordeñarse, atraídas por la comida que se les ofrece, ingresen al equipo donde un sensor detecta al animal, le abre una puerta para que entre y se hace todo el proceso de ordeñe. Luego el mismo equipo retira las pezoneras y abre otra compuerta para que salga”, detalló el especialista.
Vale destacar que un tambo con alrededor de 120 vacas, con dos equipos tendría resuelto el tema del ordeño, durante las 24 horas del día.
En Argentina ya hay más de 300 equipos de este tipo instalados. “Es un sistema muy versátil y mientras se instale de manera correcta y le demos el suficiente bienestar al animal para que esté tranquilo y quiera ordeñarse voluntariamente, funciona todo muy bien”, aseguró.