La provincia de Misiones prohibió el año pasado -mediante ley- la utilización de glifosato en el territorio provincial a partir de julio de 2025. Esta decisión de neto corte político, adoptada sin rigor científico que la sustente, provocará enormes perjuicios a la producción.
La política misionera definió, vaya a saber con qué propósito, el destino de miles de productores sin haber dejado lugar a un debate serio y técnico al respecto, y sin analizar siquiera las consecuencias. Esta norma, elimina una herramienta de laboreo imprescindible y no plantea un reemplazo, ya que propone un bioinsumo que no cuenta con la aprobación del SENASA ni de ningún organismo sanitario del país ni mucho menos del mundo, con el agravante que dicho producto sólo tiene como comprador al Estado, siendo esa la supuesta salida monopólica a la situación, que se encuentra, además, en etapa experimental y donde nadie puede asegurar su resultado.
A partir de esto, el mundo productivo no se ha quedado de brazos cruzados. Han existido infinidad de opiniones y manifestaciones públicas a partir de este dislate del poder político misionero. En ese sentido, esta semana el diputado Miguel Núñez (PRO) solicitó a sus pares que voten un proyecto propio que proponía eliminar dicha prohibición, pero la iniciativa fue rechazada por el voto de los bloques del Partido Agrario y Social Frente de Todos; Frente Encuentro Popular Agrario Social Para la Victoria y el Frente Renovador de la Concordia.
Ante este escenario, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) desea manifestar su rechazo a la norma que prohibirá a partir de julio de 2025 la utilización de glifosato en la provincia de Misiones e invita a la reflexión al oficialismo de esa provincia, ya que de mantener esa medida pondrá en grave riesgo el presente y futuro de miles de productores y sus familias.
Sostener esta medida inconsulta e irresponsable dejará secuelas inimaginables. Esta provincia presenta un clima que necesita imperiosamente el uso de herbicidas. Es más, la producción intensiva misionera, orientada básicamente al té, yerba mate y forestación, no será posible de llevar delante de manera eficiente lo que desencadenará desinversión y quebranto.
A ello agreguemos que, en territorios limítrofes, tanto en Corrientes como en Brasil y Paraguay, el producto está habilitado para su utilización como un insumo agrícola, lo que convertirá a Misiones en un territorio sin competitividad.
Por todo lo expuesto, desde CRA deseamos manifestar nuestra solidaridad con los productores misioneros y exhortamos al oficialismo misionero a que recapacite sobre esta decisión que es inconducente, discriminatoria y absolutamente carente de cientificidad.
Fuente: CRA