Además de campeona del mundo en futbol, y entre otras múltiples coronaciones, la República Argentina emerge como el país con mayor consumo per cápita de carne vacuna del mundo. No conforme con ello, nuestro país es el segundo mayor consumidor de carne por habitante a nivel global, si agregamos la carne aviar y porcina y consideramos países de más de un millón de habitantes. Todo esto se vincula con la histórica importancia de la ganadería para la economía argentina, ya que gran parte del abastecimiento para este consumo de carnes se realiza con producción nacional.
A pesar del desafiante contexto del agro argentino frente a la histórica sequía del 2023, las cadenas cárnicas y lácteas argentinas fueron responsables de más de 887.000 puestos de trabajo a lo largo del año pasado. Este número se ubica un 2,8% por encima del volumen de empleo generado por la ganadería en 2022.
Con un volumen de empleo de las cadenas agroindustriales ubicado cerca de 3,6 millones de puestos de trabajo en 2023, la ganadería es consecuentemente responsable de 1 de cada 4 empleos generados por la agroindustria argentina. Asimismo, con una población ocupada de 19 millones de personas, la ganadería argentina genera cerca de 5 de cada 100 empleos a nivel nacional.
El sostenido crecimiento de las cadenas aviar y porcina tiene su correlato en el crecimiento del empleo generado por estas cadenas. La producción al alza es también reflejo de la elevada demanda para consumo interno de estas carnes. Mientras la producción aviar sólo mostró caídas de producción en tres de los últimos 20 años, la producción porcina anotó en 2023 su 13vo año de crecimiento consecutivo en producción de carne.
Por su parte, la caída en la producción de leche en 2023 fue determinante en la caída del nivel de actividad del sector lácteo argentino, lo que tuvo su correlato en un menor crecimiento del empleo generado por la cadena láctea respecto a las otras cadenas ganaderas. La histórica sequía del año pasado generó en una mayor faena de ganado vacuno. Sin embargo, la misma se dio en un complejo contexto económico, con falta de pasturas en los campos y menores pesos promedio de faena.
Al analizar el empleo ganadero por actividad, encontramos que la producción primaria sigue siendo la generadora más preponderante de trabajo. Cerca del 42% del empleo ganadero se explica por las actividades primarias, dónde destacan la cría e invernada de ganado bovino, la producción de leche bovina, la producción de huevos, entre otras.
Asimismo, la faena, el procesamiento de carne, la elaboración de quesos, el curtido de cueros, entre otras actividades, destacan como principales actividades generadoras de empleo en la etapa de industrialización de la ganadería. Por otro lado, las ventas al por menor y por mayor de estos productos industriales, junto con las operaciones de intermediación y consignación, explican la relevancia del sector comercialización para la ganadería argentina.
Más volúmenes y menores precios en las exportaciones ganaderas argentinas
La ganadería argentina exportó cerca de US$ 5.000 millones en el año 2023, una caída próxima al 20% respecto a los niveles exportados en 2022. No obstante, el recorte exportador de la ganadería fue menor que el del nivel general exportador. De esta manera, la participación de la ganadería en las exportaciones nacionales pasó del 7% al 7,5% en 2023.
Más allá de esta baja exportadora, la demanda externa de la ganadería argentina se mantiene firme. Las exportaciones de carne bovina, responsables de más de la mitad del comercio exterior ganadero, mantuvieron su tendencia creciente en volumen exportado. En este sentido, los envíos al exterior de carne sin hueso crecieron más de un 4% el año pasado respecto a 2022. Sin embargo, dentro de este grupo, tanto la carne refrigerada como la congelada experimentaron fuertes caídas en sus valores exportados.
China, principal comprador de la carne argentina, encontró en 2023 un récord de producción, consumo e importaciones de carne bovina. No obstante, la liquidación de stocks en el gigante asiático, junto con el crecimiento exportador de Australia y Brasil durante el año pasado pesó más en los valores.
A pesar de algunas resistencias, y cómo era advertido oportunamente, a lo largo del año pasado se observó un importante recorte de precios. Consecuentemente, el elevado volumen de carne enviada al exterior en 2023, muy cerca de récords, no alcanzó para que las exportaciones de las principales carnes sin hueso cayeran más de un 20% medidas en dólares.
Récord de producción de carne argentina en 2023
El 2023 cerró con la segunda mayor producción de carne de la historia. Salvo el muy excepcional período 2007 – 2009, debemos remontarnos a 1986 para encontrar niveles similares de faena de vacas como el del año pasado. El año pasado se faenaron más de 14,5 millones de cabezas, un crecimiento del 7,5% respecto de los volúmenes del 2022.
En el contexto de la histórica sequía del año pasado, en 2023 el stock ganadero bovino cayó un 2,7%, el equivalente a 1,45 millones de cabezas. Se consolidó así el año de mayor pérdida de stock ganadero en 14 años.
No conforme con ello, creció el porcentaje de hembras enviadas a faena, pasando del 45% del total en 2022 al más del 48% en 2023. Esta proporción es la cuarta más alta en 40 años, con los tres primeros lugares ocupados por el período 2007-2009. Frente a las 6,1 millones de hembras faenadas en 2022, en 2023 se faenaron casi 7 millones de hembras.
Por su parte, en 2023 la faena porcina creció 5,4%, marcando un nuevo máximo y superando por primera vez las 8 millones de cabezas. La producción de carne de cerdo en la Argentina parece no detener su crecimiento. En 2023 esta fue un 83% más alta que en 2013 y más de un 400% mayor que en 2003.
La faena aviar es la excepción del año pasado: cayó un 1,3%. Así, al tiempo que la producción aviar perdía participación y totalizaba el 36% de la producción argentina de carnes, la carne de cerdo y vaca ganó pesó. La carne vacuna representó el 52% de la producción cárnica del 2023, en línea con sus promedios de la última década. Finalmente, la carne porcina llegó a su máxima participación histórica, totalizando el 12% de la producción de carnes del país.
Por Guido D’Angelo – Emilce Terré
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario