De esta manera, en los primeros cinco meses del año el IPC acumula una suba de 81,2%. La variación interanual alcanza el 274,4%, la segunda desaceleración consecutiva.

La aceleración estuvo más que nada explicada por los precios regulados, que registraron un incremento mensual del 8,6%, donde incidieron principalmente las actualizaciones de tarifas de gas y electricidad. En cambio, el IPC núcleo, que excluye a los precios regulados, tuvo una suba del 4,0%.

Estimamos que en el mes de julio el IPC se ubicará en torno al 4,0%. Hay que considerar que el gobierno habría decidido posponer varias actualizaciones de precios regulados, lo que ayudaría a que el índice de julio se acerque a la variación del componente núcleo del IPC.

LA OPINIÓN DE NUESTROS EXPERTOS

Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso, señala que “la aprobación de la Ley Bases y el Paquete Fiscal, elimina gran parte de la incertidumbre política que imperó en las últimas semanas y que aportó su grano de arena a la inestabilidad en la demanda de pesos. Si bien no son ni de cerca todas las reformas que necesita Argentina, es un paso importante y habilita a que el gobierno avance en varias reformas de reducción del gasto y mejora del funcionamiento de los mercados. Ahora bien, apoyados en esto, el gobierno tiene el desafío de ajustar la política monetaria para que la brecha cambiaria vuelva a reducirse y que eso permita ir a una unificación cambiaria con bajos costos sociales.”

Clara Alesina, economista de la Fundación Libertad y Progreso, señala que "a pesar de que el IPC haya presentado una aceleración respecto al dato de mayo, la inflación núcleo se desaceleró en 0,8 puntos porcentuales. Esto es una cifra alentadora, ya que la inflación núcleo excluye los factores vinculados a la coyuntura, aislando la tendencia de los precios que se comportan libremente y sin efectos estacionales. Por otro lado, el dato pone de manifiesto la tendencia intervencionista sobre los precios regulados que hubo en la Argentina. Este no es un dato menor, ya que el aumento de la inflación general es el costo que la sociedad está pagando en el presente por sincerar los precios que fueron altamente manipulados durante el gobierno anterior.”

Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso, señala que “pese al aumento circunstancial de la tasa de inflación, que corresponde al proceso de corrección de precios relativos, hay que destacar que la inflación núcleo continúa desacelerándose. Esto responde claramente a la credibilidad del ancla fiscal y el apretón monetario de los primeros meses de la gestión. En cuanto el gobierno logre cerrar el grifo de emisión, producto de los pasivos del Banco Central, la inflación seguirá desacelerándose en el mediano plazo hacia niveles mucho más aceptables. En el medio podrá haber ruidos, debido a una posible unificación cambiaria o por el ajuste en los precios relativos, pero la tendencia seguirá siendo favorable.”

Fuente: Fundación Libertad y Progreso