En tiempos en los que ISOBUS ha generalizado la compatibilidad entre máquinas agrícolas e implementos, aparecen nubarrones con amenazas de un conflicto legal.
Atrás ha quedado la época en que las mangueras hidráulicas eran el único paso para la conexión entre accesorios e implementos y una máquina.
El crecimiento de la Agricultura Digital ahora representa el puente insoslayable para cruzar hacia la interoperabilidad.
Y es un puente que algunos fabricantes internacionales, especialmente en Estados Unidos, bloquean para determinados proveedores de equipos.
Comunidad
En el universo ISOBUS, del que forman parte todas las compañías importantes, se comparten comandos del protocolo de comunicación.
Así se hace posible que, por ejemplo, un tractor y una sembradora de distintas marcas puedan funcionar compatiblemente.
Lo mismo ocurre con las cosechadoras o las segadoras autopropulsadas con los cabezales suministrados por un proveedor.
Es precisamente en este rubro donde despunta el posible conflicto en la conectividad de los implementos.
Obstáculo
Ciertos fabricantes de cosechadoras y segadoras se rehúsan a incluir los comandos digitales en el protocolo de ISOBUS.
En consecuencia, la inclusión de cabezales empieza a ser selectiva y obliga a los usuarios a buscar las marcas que sean compatibles.
O, incluso, a utilizar los cabezales provistos por la compañía que produce las máquinas.
La preocupación por el tema ya está instalada en las entidades de Norteamérica que agrupan a fabricantes de agromáquinas.
Fuente: MaquiNAC