"Tomen a mi despacho en el Congreso como cabecera de playa, pero no todo depende del Congreso, empecemos a invertir la pirámide, porque la Argentina no tiene nada de federal", manifestó. Añadió que el Estado nacional es "macrocéfalo" y que, en realidad, tendría que ocupar un lugar pequeño en la pirámide, en cuya base deberían estar los municipios con una responsabilidad más grande, seguidos por los gobiernos provinciales.
"Soy nacido en Pergamino, y el intendente, con la estructura antifederal de hoy, termina siendo un mero delegado de la provincia de Buenos Aires. Tenemos que invertir esta pirámide, los municipios deberían recaudar impuestos, eliminando las tasas, y que el intendente pague el costo político. Muchos intendentes me han dicho que podrían recaudar tranquilamente el inmobiliario rural", graficó.
Señaló que el gobierno nacional debería tener potestades de gasto pequeñas, para hacerse cargo, por ejemplo, de la defensa, de la diplomacia y "algo de la Justicia". "Acerquemos al contribuyente con el político, para que quede claro quién recauda", propuso. "Comiencen rebeliones fiscales en todos los municipios donde el intendente no dé contraprestación de las tasas. Yo empecé en Villa Saralegui (Santa Fe), junto con la familia de mi esposa, donde derrocamos al jefe de la comuna, con ayuda de Maxi Pullaro.
Asimismo, el diputado nacional -que también es productor agropecuario- señaló que el Gobierno actual tiene una cercanía mayor con el campo que la anterior gestión. "Sin campo no hay Nación; si la Nación no se alinea a los intereses del sector agropecuario, seguirá siendo una villa miseria, que es el lugar en el que el maldito kirchnerismo nos dejó y del cual, con el liderazgo del presidente (Javier) Milei, estamos tratando de salir".
Aclaró, asimismo, que en "el Congreso hay mucho para hacer, pero obviamente no todo", porque -dijo- no son mayoría. "Si fuéramos mayoría no habría retenciones a las exportaciones, las provincias recaudarían impuestos y la AFIP lo haría menos. Habría realmente federalismo, que está muy alineado a los intereses del campo; los municipios cobrarían impuestos y se eliminarían todas las tasas", aseguró. Y, en referencia a la apertura a las importaciones, manifestó: "Las verdaderas batallas se libran desde la política. Por suerte tenemos un Presidente que tiene en claro la importancia de la libertad, y libertad implica libertad de comercio. El agro tiene que dar batalla también para que Argentina se abra al comercio mundial. Tan malo como las retenciones es tener una economía cerrada".
Espert continuó criticando a la oposición al señalar que el "Congreso piensa que el agro son un conjunto de gordos ricachones que no trabajan todos los días de sol a sol". Similar crítica realizó al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. "Con un presidente como Javier Milei tenemos una oportunidad para empezar a mirar el largo plazo de una manera diferente a lo que veíamos en la pesadilla de fines del año pasado. No puede ser que en la provincia de Buenos Aires, en la zona núcleo, tengamos al comunismo gobernando; no puede ser que esté gobernada por un inútil esférico como Kicillof, que no está consustanciado con los intereses del agro, sino que lo ve como un problema", contrastó. "Tengo la esperanza de que la oposición irá unida en las próximas elecciones, para sacar a este energúmeno de la provincia de Buenos Aires", añadió.
Por su parte, Ángeles Naveyra señaló que el sector siempre pedirá reglas claras y previsibilidad. "En Barbechando somos enamorados del Congreso, necesitamos empoderar al Congreso, necesitamos tener las leyes de la mano del Congreso", le dijo a Espert. Consideró, asimismo, que la "ley Bases no puede tapar todo" y que, mientras esta se discute, es necesario instalar una agenda que incluya el tratamiento de una reforma tributaria, una ley de seguros y una de propiedad intelectual, entre otras.
Ante esto, Espert respondió: "Mi despacho está abierto a todas las propuestas que vienen del agro. Saben que mi batalla a favor de las ideas de la libertad la vengo dado desde que voté por primera vez en 1983 a (Álvaro) Alsogaray". Y continuó: "En otros países, la libertad de mercado es a favor del sector textil, como por ejemplo en China; en Estados Unidos es a favor de la producción de conocimiento; en algunos países de Europa, de la tecnología; pero en Argentina debe estar alineada a los intereses del agro".
Por su parte, Nicolle Pisani Claro, realizó una descripción de los aportes y el potencial de la agrobioindustria. Indicó, por caso, que representa uno de cada cuatro pesos del PBI y que en las exportaciones genera siete de cada diez dólares, al tiempo que aclaró que se trata de "dólares genuinos", porque "se exporta más de lo que demandan de importaciones". También destacó que el sector genera dos de cada diez puestos de trabajo.
Respecto del potencial, proyectó que, a diez años, podría producir 213 millones de toneladas de granos, un crecimiento del 56%, lo que estaría acompañado de mayor producción de carnes y de biocombustibles, y representaría la creación de 370.000 nuevos puestos de trabajo. Por otra parte, el campo podría hacer un aporte adicional de 7 puntos al 22% que representa hoy del PBI, incluyendo granos, carnes y biocombustibles. "Todo ello si viene acompañado de políticas necesarias para lograrlo".