Tras la decisión del Banco Central de disponer beneficios impositivos para los productos importados entre los que figura la yerba mate, a fin de obtener una baja en los precios, un buen número de marcas extranjeras, que rondan las góndolas de la región y el país hace tiempo, fortalecieron su presencia.

Entre ellas, se destaca la conocida marca uruguaya Canarias que, junto a la marca Sara, han logrado buena inserción en el mercado local. Ambas se producen en Brasil, ya que Uruguay no cuenta con plantaciones de yerba.

Canarias pertenece a la empresa Baldo, ubicada en Rio Grande do Sul. La yerba se envasa con la molienda que requieren tanto los uruguayos como los argentinos, directamente desde su planta en la localidad de Encantado.

Además de estas marcas, las yerbas paraguayas, como Kurupí o Campesino, han ido ganando espacio en las góndolas locales, especialmente con mezclas de hierbas como menta y boldo.

Vale señalar que la receta aplicada por la gestión de Milei con la apertura de importaciones para empujar una baja de precios aún no mostró los resultados esperados ya que, a dos meses de la medida, NEA HOY relevó una de las principales cadenas de supermercados del país donde se comercializan las marcas extranjeras y sus precios superan, por mucho, a las marcas locales.

En esta cadena se comparó el envase de 500 gramos. En el caso de la yerba mate paraguaya “Kurupí”, su precio contado es de $2.900, mientras que la yerba mate uruguaya “Canarias” cuesta $4.250 y, muy por debajo, están las yerba mate locales como “Playadito” (que se produce en Corrientes) a $2.595 y “Romance” (que se produce en Misiones) a $1.780,85.

¿Por qué se dice que la apertura de importaciones perjudica a los productores de yerba mate?

Para entender el reclamo de los productores de yerba mate, sobre todo de Corrientes y Misiones, que reclaman contra la apertura indiscriminada de importaciones se debe tener en cuenta que la yerba canchada (es decir, la yerba mate sometida a una primera molienda gruesa) importada de Brasil o Paraguay se está adquiriendo a precios que oscilan entre 1,2 y 1,3 dólares por kilo. Teniendo en cuenta el valor oficial del dólar, incluyendo el impuesto PAIS del 17,5%, el precio de este producto es de aproximadamente $1.250 por kilo.

En comparación, la yerba canchada proveniente de secaderos o industrias de Misiones y Corrientes se está vendiendo a $1.800 pesos por kilo.

Es por esto que las grandes industrias de yerba mate de las provincias de Misiones y Corrientes recurren a las importaciones para contrarrestar los altos costos de la yerba canchada.

En los últimos meses, el valor de la materia prima disminuyó rotundamente, producto de la apertura indiscriminada de las importaciones.

Esa situación impone un límite al precio mediante las importaciones, lo que ha llevado a una disminución en el valor de la materia prima en los últimos dos meses.

Vale señalar que el nivel de stock está estrechamente relacionado con el precio que reciben los pequeños productores. En ese marco, los bajos niveles de stock podrían conducir a aumentos en el precio de la yerba.

El fenómeno descrito es común al inicio de la cosecha gruesa, que comienza en abril y se extiende hasta septiembre. Sin embargo, hacia finales de la zafra yerbatera, se espera que el precio caiga drásticamente, lo que preocupa a los pequeños productores.

“Creemos que esa medida ataca los efectos y no las causas, que no son precisamente los productores, y tampoco pone el foco en resolver la distorsión de precios entre el valor que se le paga al productor y lo que el consumidor paga en góndola”, explicaron recientemente los productores asociados en la Federación Agraria.

Y continuaron explicando que “esta medida perjudica directamente al productor, y lo deja sin expectativas para producir, en el marco de una economía que presenta atraso cambiario, falta de competitividad internacional, una inflación alta desde la devaluación que impactó en aumento de insumos, combustibles y fletes, quedando en peores condiciones para producir”.

Los referentes consideran que, en este escenario, lejos de lo que espera la gestión de Milei, “el único precio que van a bajar es el que le pagan al productor, y el indefectible resultado será la desaparición de más pequeños productores”.

“QUEDA CLARO QUE LOS PRODUCTORES NO SOMOS FORMADORES DE PRECIOS. LA ATENCIÓN NO DEBIERA CENTRARSE EN NOSOTROS, SINO EN REPENSAR EL ESQUEMA IMPOSITIVO, LO QUE BENEFICIARÁ TANTO AL CONSUMIDOR COMO AL EMPRESARIO AGROALIMENTARIO”

También desde la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofé), advirtieron que “la apertura total de importaciones de alimentos anunciada por el Gobierno es volver a las penurias de la época de Martínez de Hoz y del Menem-Cavallo-delaruismo, que trajo miseria y muerte. Una vieja y fracasada receta que siempre perjudicó a los sectores que viven del trabajo pero que supo acumular en el bolsillo de especuladores y financistas”.

Su Presidente, Juan Manuel Rossi, opinó que “bajar las barreras arancelarias de productos elaborados es pagar por el trabajo ajeno en detrimento del propio, es profundizar la pauperización de las mayorías populares y las clases medias, es acabar con los establecimientos de pequeña y mediana escala”. Y aseveró: “Fundirán a cooperativas y productores. Cancelarán las posibilidades de agregar valor y crear trabajo en los pueblos del interior”.

La importancia del Instituto Nacional de la Yerba Mate, que fue vaciado de poder por la gestión actual

Recientemente, el exdirector del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Sergio Delapierre, expuso en la Cámara de Diputados sobre la importancia del INYM insistió en que al organismo “hay que modificarlo para que realmente le sirva al productor”, pero primero, el gobierno nacional debe definir qué pretende hacer con el instituto y con la política yerbatera, algo completamente desconocido para los productores hasta el momento.

Los dichos del referente se dan en un contexto en el que el DNU 70/23 le quitó la potestad de definir el precio sostén y de limitar plantaciones (cupificación) para evitar el exceso de oferta.

Este contexto es más grave si se tiene en cuenta que los principales beneficiados con la apertura de importaciones sin restricciones de hoja verde son Paraguay y Brasil, dos países que tienen una carga fiscal mínima sobre el sector productivo, frente a los productores locales que tienen una alta presión fiscal, por lo que no pueden competir en igualdad de condiciones.

A su vez, Delapierre y otros productores yerbateros resaltaron la relevancia que tiene el Instituto como herramienta para promover, fomentar y fortalecer el desarrollo de la actividad yerbatera, como así también para velar por la calidad del producto.

“ESTÁ CERTIFICADO QUE TIENE METALES PESADOS”, DIJO UN PRODUCTOR YERBATERO LOCAL EN REFERENCIA A LA YERBA MATE QUE SE EXPORTA DE BRASIL Y PIDIÓ QUE EL SENASA EXIJA CALIDAD “PARA QUE NO NOS COMPITAN CON ESA MALA MERCADERÍA, QUE, COMO NO LA PUEDEN EXPORTAR, NOS LA VENDEN A NOSOTROS”.

En esa línea, el productor yerbatero y ex legislador misionero, Julio Peterson remarcó que, además de perjudicar al sector yerbatero, la apertura indiscriminada de importaciones perjudica a los consumidores por la baja calidad del producto externo.

“Está certificado que tiene metales pesados”, dijo en referencia a la yerba mate que se exporta de Brasil. Y agregó: ”Hoy necesitamos que SENASA exija calidad para que no nos compitan con esa mala mercadería, que como no la pueden exportar nos la venden a nosotros”.

El misionero también respaldó al INYM y dijo que “de los 12.000 productores que existen hoy, es porque se recuperaron casi 3.000, gracias a que el INYM resguardaba al pequeño productor, teniendo en cuenta los costos, la sustentabilidad y la producción”.

Presión fiscal: uno de los problemas que debilita al sector yerbatero

Es preciso abordar otro tema estratégico que influye fuertemente en el sector yerbatero que, como otras economías regionales, tiene un enorme peso fiscal que no le permite ser competitivo con las industrias extranjeras.

Así lo demostró en 2021 la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en un informe en el que expuso que los impuestos explican 39,3% del precio que paga el consumidor final por un kilo de yerba mate en góndola, mientras que el productor primario explica sólo 22,4% de ese valor.

Ilustración realizada por la CAME para explicar la presión impositiva que tiene el sector yerbatero argentino.

Según la entidad, “la excesiva carga tributaria queda al descubierto”, respondiendo 78,08% a impuestos nacionales y 21,92% a provinciales.

Además, al analizar los impuestos específicos de la cadena de valor, CAME indicó que, en 2021, el 53,58% correspondió al IVA; 24,5%, al impuesto a las Ganancias, y 21,92%, a Ingresos Brutos; tributos que exceptuó la gestión Milei a las firmas locales que deseen importar.

Las palabras del entonces titular del sector de Economías Regionales de CAME, Eduardo Rodríguez, que acompañaron dicho informe, parecen ser muy atinadas para el contexto actual: “Queda claro que los productores de alimentos no somos formadores de precios. La atención no debiera centrarse en nosotros, sino en repensar el esquema impositivo, lo que beneficiará tanto al consumidor como al empresario agroalimentario”.

Fuente: Nea hoy