En nuestro último Seminario del 18 de abril pasado planteamos claramente en las proyecciones al 2030 la posibilidad de acceder a ingresos adicionales al país del orden de los 20 mil millones de dólares por exportaciones y para que ello ocurra la clave es generar confianza en quienes invierten y producen trabajo, una mirada de largo plazo en quienes diseñan políticas públicas, infraestructura adecuada y reglas de juego estables.

Pero en cambio, hemos visto la semana pasada las manifestaciones públicas de quienes quieren que nada cambie, de quienes quieren sostener el status quo para defender sus intereses, a pesar de que la historia nos muestra que no podemos seguir repitiendo los mismos errores una y otra vez, que si queremos resultados diferentes debemos hacer cosas distintas.

Que si realmente queremos disminuir la pobreza con crecimiento inclusivo y sustentable en el tiempo debemos cambiar y que las nuevas oportunidades que el mundo nos presenta no sigan la misma suerte de todas las anteriores que dejamos pasar.

Mientras tanto vemos un cierre de la campaña 23/24 inesperado, donde las proyecciones iniciales de Maíz y Soja quedaron lejos de la realidad, golpeadas por excesos de temperatura y falta de agua en momentos críticos de ambos cultivos a los que se sumó el impacto de la hoy famosa ¨chicharrita¨ en algunas zonas, en los maíces tardíos y de segunda.

Con una perspectiva de precios a la baja de los precios, por un anunciado récord de producción de maíz y soja, en Brasil aparecen excesos de agua e inundaciones en el sur de Brasil que impactan en producción y calidad a lo que se suma falta de lluvias adecuadas en la zona central sobre el final de la campaña y ahora los mercados reaccionan y mejoran los precios internacionales.

Nada nuevo está ocurriendo en realidad en un negocio “a la intemperie” que siempre está fuertemente vinculado a las condiciones climáticas y a la oferta y demanda mundial de los commodities y en nuestro país a la incertidumbre permanente.

Nuestra forma de producir granos y carne son más sustentables y tienen una oportunidad para diferenciarse en el mundo, sumado a la posibilidad de potenciar la producción de energías sustentables con los biocombustibles, pero si seguimos mirando para atrás nos seguiremos alejando de ese gran país en potencial que tenemos y seguiremos enterrando oportunidades en el cementerio a pesar de la cantidad que ya enterramos.

Fuente: Producir conservando.org