Se espera que con la nueva cosecha 2023/24, Argentina recupere el primer lugar entre los exportadores mundiales de harina de soja y aumente sus exportaciones cárnicas.
La harina de soja es el principal producto de exportación de la Argentina. Referirnos a este bien es hablar de exportaciones por más de US$ 8.200 millones y un comercio exterior superior a US$ 10.200 millones si consideramos los últimos cinco años.
El procesamiento de la soja en un polo de primer nivel mundial como es el Up River fortalece la economía argentina. Además del agregado de valor y la generación de empleo, la exportación de subproductos industriales le da al país una diversificación estratégica de sus destinos de exportación. En este sentido, en 2022 el poroto de soja se exportó a 18 destinos, con China concentrando el 94% de esas compras. Mientras tanto, en ese mismo año se despachó harina de soja argentina a 97 países del mundo, con Vietnam en primer lugar, pero ostentando el 13% del total exportado.
En el contexto de la sequía del ciclo productivo 2022/23, las importaciones temporarias de soja compensaron parcialmente la caída de la producción. De esta manera, se evitó una baja aún más brusca de la capacidad utilizada de la industria aceitera argentina. Sin embargo, el recorte productivo pudo mucho más y las exportaciones de harina de soja esperan terminar el 2023 con una caída superior al 33% en dólares.
De esta manera, la participación de la harina de soja en las exportaciones nacionales cayó al 12% del total, el nivel más bajo en 12 años. La participación de todo el Complejo Soja (es decir, incluyendo poroto, pellets, aceite, biodiesel, entre otros bienes) cerraría el 2023 representando el 20% de las exportaciones totales, su valor más bajo desde el 2006.
En este marco, Brasil ha estado a contramano de la fuerte sequía en Argentina con una producción récord 2022/23. Su crecimiento exportador es general, ya que tanto los despachos de harina de soja, como los de carne muestran una marcada tendencia alcista. El crecimiento conjunto de estos bienes le permite a nuestro principal socio comercial exportar 2,5 toneladas de harina de soja por cada tonelada de carne comercializada al exterior. Al hacer referencia a las carnes estamos incluyendo carne vacuna, porcina y aviar en el volumen exportado.
Argentina, en cambio, exporta una tonelada de carne cada 12 toneladas embarcadas con harina de soja.
El fuerte ímpetu que han tomado las exportaciones cárnicas en los últimos años ha amplificado el valor agregado de las exportaciones nacionales. Sin embargo, como se ha destacado anteriormente, en 2023 el crecimiento exportador se hizo a costa de menores precios. No conforme con ello, la sequía ha incentivado una liquidación de stock ganadero, mientras que la falta de pasturas ha dificultado continuar con la alimentación animal.
Se espera que con la nueva cosecha 2023/24, Argentina recupere el primer lugar entre los exportadores mundiales de harina de soja y aumente el agregado de valor con un incremento en sus exportaciones cárnicas.
Por Guido D’Angelo – Julio Calzada
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario