Luego de dos años como el 2021 y 2022 en donde los aranceles pagados por concepto de exportación de carne bovina y ovina habían superado los US$ 350 millones, en 2023 se pagaron US$ 283 millones, lo cual se explica por la baja en las exportaciones del rubro, que en términos porcentuales tienen una caída directa, según los datos que dio a conocer el Instituto Nacional de Carnes.
Haciendo foco en la carne bovina, las exportaciones se dieron por un total de US$ 2.113 millones, donde China representó el 47% de ese número, Estados Unidos el 19% y la Unión Europea el 14%. En términos de aranceles, en China se pagaron US$ 122 millones, en Estados Unidos US$ 46 millones y en la Unión Europea US$ 43 millones.
En este sentido, hay una disminución proporcional entre la cantidad de divisas que ingresaron al país por exportaciones de carne bovina y lo que se pagó de aranceles, lo cual está en el orden el 20%.
En el caso específico de Japón, se le exportó por casi US$ 37 millones, lo cual representa menos del 2% del total, pero lo que se pagó en aranceles se sitúa en el orden del 6%, lo que habla de la carga arancelaria que tiene dicho mercado.
En carne ovina, hubo una disminución en el valor de lo exportado del 9%, donde China, Brasil y Medio Oriente fueron los principales mercados, representando el ingreso de US$ 47 millones, US$ 25 millones y US$ 6 millones respectivamente.
Allí, la carga arancelaria se concentró en China, mercado en el que se pagaron US$ 8 millones y representó el 94% de los aranceles, mientras que Medio Oriente significó el 3%.
El resto de los aranceles pagados en 2023 fueron a través de las menudencias, que fueron de US$ 23 millones, y el 74% se pagaron en China.