Los valores de los aceites vegetales, y en general de los commodities agrícolas desde inicios del año venían marcando una visible tendencia a la baja.
Este cuadro negativo respondería a las estimaciones optimistas respecto a la producción sudamericana.
A ello se une el aumento de las exportaciones de aceite, al tiempo que los grandes importadores de aceites vegetales habían aplicado una política de abastecimiento interno recurriendo a sus stocks para cumplir con sus necesidades, en vez de recurrir a la importación.
Una política de comer las reservas. Una política cuya consecuencia fue la caída de los stoks.
Es el caso de la India.
Pero desde fines de febrero, la taba empezó a darse vuelta.
El reciente informe semanal de Oil World (Nro. 12, del 22 de marzo) nos alerta sobre el cambio de tendencia que podría estar en su fase inicial.
Las perspectivas del balance de oferta y demanda mundial para el aceite de algodón, coco, colza, girasol, maní, palma, palmiste y soja (los principales aceites) mostrarían un récord tanto de producción como de consumo durante el ciclo 2023/24.
La producción mundial de aceites ascendería a 217,5 Mt para la nueva campaña, un aumento interanual del 1,8%.
Lo interesante es que el aumento del consumo es claramente superior al de la producción. Veamos…
El consumo mundial de aceites vegetales llegaría a un récord de 218,2 Mt, que representa un incremento del 4% interanual.
La demanda de soja se está acentuando, más que lo inicialmente aguardado.
Este aumento sería la respuesta a una mayor demanda en EE.UU., Brasil e Indonesia. Estos países necesitan más mercadería para la creciente producción de biodiésel.
Como se sabe, hay una estrecha relación entre el precio del aceite y el del petróleo.
El gráfico nos alumbra la situación. Desde fines de septiembre de 2023 hasta mediados de diciembre del mismo año, el precio fue trazando una clara línea en baja.
Pero, desde fines de diciembre la cosa cambió. Y empezó a subir.
Por ello, el precio de los aceites, con cierta ralentización, hicieron lo mismo.
Veamos el comportamiento del precio del aceite de soja.
Este aceite, con retraso, parece copiar el movimiento del petróleo. Desde fines de febrero avanza en alza.
Un producto destacable es el de la palma.
Es visible el aumento en el precio del aceite de palma. Ello sería consecuencia, además, de la baja en la producción que no logra cumplir satisfactoriamente con la demanda de la industria de biodiésel.
Así está la situación mundial. Los aceites podrían comenzar una nueva etapa.
Al crecer más el consumo que producción, los stocks finales de los principales aceites vegetales se reducen. Se ubicarían en 31,8 Mt. Se trata de una reducción de la ratio stock/consumo a tan solo 14,6%.