Si bien durante un tiempo se pensó que el déficit hídrico en zonas claves de Brasil podría ponerle un piso a la caída de precios de maíz, finalmente ello no fue suficiente para detener el derrotero de precios. En efecto, más allá de la dispersión en las estimaciones de distintas fuentes, aún la más pesimista estima que la producción de maíz brasilera estará un 6% por encima del promedio de los últimos años, incluso cuando quede entre 5 y 20 millones de toneladas por detrás del récord de los últimos años.
En efecto, el gigante sudamericano consiguió en la campaña 2022/23 un récord productivo de 132 millones de toneladas, lo que le permitió consolidarse como principal exportador de maíz a lo largo y ancho del globo.
Para la nueva cosecha, las proyecciones iniciales del USDA auguraban nuevamente cifras monstruosas rondando los 130 Mt para maíz. Sin embargo, las adversidades climáticas que han tenido que atravesar las principales regiones productivas brasileras, especialmente a inicios de la siembra y durante los primeros estadios de desarrollo del cultivo, conllevaron a sucesivas revisiones a la baja durante los últimos meses y han despertado controversias sobre las proyecciones a cosecha de los principales organismos estimadores, notando cierta amplitud entre las distintas previsiones.
Más allá de lo anterior, se coincide en que Brasil contará con una muy buena cosecha en términos históricos. En este sentido, aunque se cumplan las más pesimistas de las proyecciones, el país vecino estaría barajando 6% más maíz que el promedio de las últimas cinco campañas y se encontraría dentro de las mejores tres cosechas de su historia.
Sobre la región central, han prevalecido temperaturas por encima de la media y falta de precipitaciones que condicionaron el estado de los campos, complicando en un primer momento la siembra y la posterior cosecha de soja. Además, podría significar el retraso de la segunda cosecha brasilera de maíz, comprometiendo el rendimiento del cultivo. Dentro de la región, el estado de Mato Grosso representa el 50% de la producción nacional de safrinha (2° cosecha de maíz) y el 40% de la producción total de maíz incluyendo sus tres cosechas.
Según informes de CONAB, el estado de los cultivos ha mejorado en el transcurso de las últimas semanas, y durante los últimos quince días, las condiciones climáticas en general han sido favorables para el avance de las labores en campos brasileros.
Mientras tanto, la cosecha de soja avanza a paso firme sobre Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, con mayor celeridad que durante la campaña pasada a esta altura del año. Más aún la implantación de maíz de segunda se ha acelerado con el 67% sembrado sobre Mato Grosso y el 22% sobre Mato Grosso do Sul, muy por encima del ritmo del ciclo pasado.
Sobre Paraná, el principal estado productor, la cosechade maíz de primera ya alcanza el 40% de la superficie objetivo, cuando a esta altura del año de la campaña pasada solo llegaba al 8%. Según CONAB, para la 2023/24 se proyecta una producción total para el estado del sur de 18 Mt, récord absoluto con un rinde medio estimado de 6,5 t/ha.
Así las últimas proyecciones para Brasil esperan 113,2 Mt de las cuales 23,6 Mt corresponderían a la primer cosecha y 88,1 Mt a la segunda. Durante el año pasado, la primera colecta de maíz brasilero alcanzó 27 Mt mientras que la safrinha llego al estrepitoso número de 102,3 Mt, copando en su momento el mercado internacional.
De este modo, dadas las expectativas a la fecha, no pareciera que la cosecha brasilera comprometiera la dirección de los precios internacionales, a menos que una verdadera tragedia productiva tome por sorpresa al mercado una vez levantados los maíces.
Siguiendo con las estimaciones del USDA, luego de liderar por primera vez el ranking de exportadores de maíz a nivel global durante la campaña 2022/23, Brasil cedería nuevamente el primer puesto a Estados Unidos, aunque a una corta distancia, en el ciclo 2023/24. Aun así, con la tracción de Argentina recuperándose post-sequía histórica del 2023, la exportación conjunta de los 4 líderes en el abastecimiento mundial de cereal superaría los 169 millones de toneladas, un 13% por encima de los despachos globales del año anterior, explicando la persistencia de la baja en los precios internacionales.
Por su parte, y más allá de ser el segundo principal exportador del cereal a nivel internacional, Brasil cunta con un dinámico mercado interno para el maíz, con un consumo doméstico que ha crecido campaña a campaña de la mano del aumento en la producción. El país vecino y principal socio comercial de la Argentina, destina más del 60% de su maíz a la industria y a la alimentación del ganado.
El uso del cereal como alimento forrajero, en particular, aumentó a una tasa promedio anual del 5% y se espera que vuelva a romper techos para la campaña venidera con 63,5 Mt. En efecto, desde inicios del milenio el uso de maíz para engorde en Brasil no para de incrementarse año a año.
Por su parte, una porción del consumo doméstico industrial de Brasil se destina a la producción de bioetanol, demanda que también ha crecido a pasos agigantados. Si bien a diferencia de Argentina el insumo principal para el biocombustible en el país vecino es la caña de azúcar, el maíz ganó protagonismo durante las últimas campañas.
Según datos oficiales, Brasil pasaría de producir 30.000 m3 de bioetanol a base de maíz durante la campaña 2013/14 a 4,4 millones de m3 para la 2022/23. El maíz pisa fuerte como materia prima para bioetanol en un contexto de tasas de cortes con rumbo creciente, permitiendo que se utilicen 11,5 Mt de maíz durante el año pasado con esta finalidad.
Por Matías Contardi – Emilce Terré
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario