• Este documento de trabajo describe, en primer lugar, lo sucedido con las exportaciones del complejo bovino durante 2023, para luego poner foco en los factores que pueden definir el escenario de la exportación este año. Adicionalmente, se presenta una estimación del aporte del complejo a la recaudación nacional de Derechos de Exportación (DEX) en 2023 y en los últimos 15 años.
• Las exportaciones totales del complejo promediaron 66,1 mil toneladas mes durante 2023, un 8,1% más que en 2022. En cuanto a la composición de estas ventas, el 70% de los envíos fueron de carne deshuesada (46,1 mil toneladas mes peso producto), el 16% de huesos y carne con hueso (10,8 mil toneladas) y el 14% restante de menudencias (9,2 mil toneladas). Por su parte, el complejo vendió al exterior por un valor de USD 2.944 millones, unos USD 245,4 millones mensuales, ubicándose un 22,7% por debajo del registro 2022 (en términos reales).
• Nótese que, a pesar del interesante crecimiento en los volúmenes, el valor exportado terminó ajustando respecto del año pasado, debido a los menores precios a los que se colocaron los distintos productos. En efecto, el precio medio de las exportaciones bovinas fue de USD 3.712 / ton peso producto (FOB Puertos Argentinos, dólares ajustados por inflación USA), quedando un 30% por debajo del precio medio logrado en 2022 (en términos reales); se trata de uno de los valores más bajos de los últimos 20 años, junto a los del período 2002-2007; para tener referencia el precio medio del 2023 fue un 35% inferior a la media histórica, 51% inferior a los picos de 2010-2014 y 30% inferior a la media de los últimos 5 años (siempre en términos reales).
• En lo que respecta a los destinos y sus dinámicas, se colocaron mayores volúmenes en los cinco principales mercados del complejo: China (+9,9% interanual), Israel (+17,9%), Rusia (+2,0%), Alemania (+2,5%) y Estados Unidos (+15,8%). El buen desempeño en los mercados más relevantes más que compensó el retroceso observado en otros, los casos de Chile (-16,9%), Países Bajos (-5,0%), Tailandia (-2,9%) y Brasil (-29,0%). En lo que respecta al valor exportado por destino, todos los números fueron “rojos” en términos interanuales. Ponderando el retroceso de cada país por su participación, se encuentra que China explica el 79,8% de la caída total del valor exportado, Chile el 4,7% y Rusia el 2,8%.
• De acuerdo a las estimaciones, el aporte del complejo a la recaudación de Derechos de Exportación habría estado en el orden de USD 243 millones en 2023, un flujo USD 72 millones menor al de 2022 (-23% en términos reales), que se explica por la caída de precios internacionales, dado que los volúmenes exportados fueron más altos y no hubo cambio de alícuotas de DEX. Analizando el período 2009-2023, las mayores contribuciones del complejo a la recaudación de los DEX se habrían alcanzado en los años 2009 y 2022, con USD 318 y 315 millones, respectivamente.
• Respecto al escenario que enfrentará la exportación este año, éste estará condicionado por la dinámica del mercado externo, lo que suceda con el ciclo ganadero y el consumo interno. En lo que hace al mercado global, las importaciones de China (primer comprador global y destino de la carne argentina), se mantendrían relativamente estabilizadas respecto a los últimos dos años (en torno a los 2,7 millones de toneladas peso producto), con precios que apuntan a ser similares a los del cierre del 2023. Debe advertirse que el nivel de consumo de proteínas animales de China (incluyendo todas las carnes y también el pescado) es elevado para su nivel de ingresos y se aproxima ya al de muchos países desarrollados, por tanto, el crecimiento de su demanda interna debería ir convergiendo cada vez más a las tasas poblacionales. Por el lado de la oferta global, todo indica que el mercado estaría bien abastecido por los exportadores líderes, destacándose Brasil y Australia, y luego India y Estados Unidos, y en un quinto lugar, con también un probable buen aporte este año, Argentina, lo que contribuirá a mantener los precios globales bajo bastante control.
• En lo que hace a las condiciones locales, por el lado de la oferta, la clave pasa por la evolución del ciclo ganadero, que determinará el flujo de animales enviados a faena. En diciembre, último mes con información, el 48,2% de los animales faenados fueron hembras, un porcentaje que excede aquel que requiere la estabilidad del rodeo. Un ciclo de elevada faena como el del año pasado, resulta insostenible a mediano plazo por definición, por lo que en algún momento debe virar hacia un ciclo de retención y recuperación de las existencias. Ahora bien, la volatilidad y heterogeneidad de las condiciones climáticas, la crisis económica y la incertidumbre respecto de la evolución de la macroeconomía y la política económica hacen difícil anticipar en qué momento del año se dará este cambio de tendencia.
• Por su parte, el tipo de cambio real efectivo (TCRE) para la exportación (aquel que tiene en cuenta, además de la inflación, la política comercial, impuestos y reintegros) ha pasado a ubicarse en un nivel muy elevado en lo que va de enero, que supera largamente el que tuviera durante el 2023 y años previos. El TCRE se ha incrementado por la fuerte devaluación del tipo de cambio oficial y por la creación de un régimen cambiario “blend” para el sector exportador (80% TCO y 20% CCL); como referencia, este dólar blend se estaría aproximando a los $900 en enero. Si el actual TCRE podrá mantenerse o no es “el” interrogante clave; el gobierno tiene intención de llevar las alícuotas de DEX al 15%, contra una tasa del 9% que pagan actualmente los cortes del complejo, y el dólar de exportación podría atrasarse rápidamente si el tipo de cambio oficial fuese utilizado como ancla inflacionaria.
• Respecto al consumo interno, todo indica que será difícil mantener los niveles del 2023 en un año que será contractivo, con una caída del PIB que apunta a ubicarse en torno al 3% según el último relevamiento de expectativas de mercado del BCRA. En este contexto complejo para el consumidor local, la exportación debería crecer en participación como destino de lo producido, superando la marca del 29% del 2023; lo que resta saber es si además podrá crecer en volúmenes, cuestión que dependerá finalmente de lo que suceda con el flujo de animales enviados a faena y los kilos de carne finalmente producidos por el país.
Por Juan Manuel Garzón y Franco Artusso
Fuente: Funsac¡