Las exportaciones de carne vacuna del Mercosur alcanzaron en
2023 un nuevo récord histórico de 3,38 millones de toneladas peso producto,
tras superar ligeramente la marca del año anterior de 3,35 millones de
toneladas. La cifra considera el total exportado por los cuatro principales
socios del bloque: Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay sin incluir aun a
Bolivia, recientemente incorporado como quinto socio pleno del bloque, tras
haber actuado como miembro asociado desde 2015.
Pues bien, considerando los cuatro socios originales,
Argentina fue el origen que mayor crecimiento registró en volumen durante el
último año, al aportar 683.092 toneladas peso producto, es decir unas 50.000
más que en 2022. Esto convierte a nuestro país en el único origen del Mercosur
en aumentar su participación en los embarques regionales al crecer cerca de un
8% anual, seguido por Brasil que muestra un crecimiento mucho más moderado (1%)
a diferencia de Uruguay y Paraguay que en el último año cayeron en volumen
embarcado en torno al 5% anual.
En 2023, Argentina con 683.092 toneladas embarcadas- o
966.123 equivalente res con huesoaportó el 20% de las exportaciones totales del
bloque, 1 punto más que en 2022. Por su parte, Brasil se mantuvo prácticamente
sin cambios integrando el 59% de las exportaciones totales con algo más de 2
millones de toneladas exportadas que se convierten en unos 3 millones, llevadas
a igual equivalencia de res con hueso. En tanto que Uruguay y Paraguay, con
371.303 y 320.476 toneladas peso producto exportadas, respectivamente, pierden
menos de un punto de participación.
Como contracara de este desempeño exportador, el valor
promedio obtenido por cada tonelada embarcada desde el Mercosur, resultó casi
un 20% inferior al registrado en 2022, generando una facturación total de USD
15.900 millones, unos USD 3.730 millones menos que los obtenidos un año atrás a
pesar de haber logrado ventas por cantidades récord.
En efecto, Argentina es el que mayor dicotomía presenta en
esta performance exportadora. Siendo el origen que más creció en volumen
exportado dentro del bloque, es al tiempo el que mayor caída experimentó en
materia de precios. De enero a diciembre de 2023, el valor promedio de las
exportaciones de carne vacuna argentina arrojó USD 4.066 por tonelada, esto es
un 25,6% inferior al obtenido en 2022, y el registro más bajo dentro del
bloque.
Aun en un contexto de precios internacionales en baja,
Paraguay fue el origen de la región que menos cayó consiguiendo USD 4.773 por
tonelada, apenas un 7,1% menos que en 2022, situándose así ligeramente por
arriba de los valores medios conseguidos por Brasil (USD 4.734) quien, al igual
que Argentina, termina cayendo más de 20 puntos porcentuales. Liderando el
bloque, sigue estando Uruguay, quien a pesar de registrar una caída del 15,7%
anual, consigue sostener un valor medio por tonelada exportada de USD 5.656,
casi USD 1.000 por encima del promedio de la región y casi 40 puntos
porcentuales por sobre los valores conseguidos por Argentina.
En este punto, un ítem no menor que afecta
significativamente el valor medio de la tonelada exportada por Argentina es la
inclusión a partir de 2020 de los “huesos con carne”, partidas que representan
aproximadamente el 12% de los embarques totales de Argentina y que, por su bajo
valor comercial, deprimen considerablemente los precios respecto de los
promedios generales de la región.
Sin embargo, si acotamos el análisis al último año,
observamos claramente que los tres orígenes que mayor caída de valores
presentan en 2023, son precisamente los que mayor participación registran en el
mercado chino. Mercado que más allá de sostener una sólida demanda de
importación de carne vacuna, durante el último ciclo llegó a deprimir los
valores de compra en un 21% anual.
En efecto, la exposición que presenta el bloque al mercado
chino es muy elevada, especialmente en el caso de Argentina, donde el 79% de
las embarques del último año tuvieron ese destino, contra un 60% y 55% en el
caso de Brasil y Uruguay, respectivamente.
Asimismo, analizado desde el destino, para China es
igualmente elevada su exposición o dependencia de compras al Mercosur. En 2023,
la región en su conjunto abasteció el 72% de las 2,7 millones de toneladas
importadas. De ese total, de acuerdo a los datos extraídos de la misma
Administración de Aduanas china, Brasil aportó el 43%, Argentina el 19% y
Uruguay el 10%. Distinto es el caso de Paraguay que, debido a sus relaciones
diplomáticas con Taiwán, sigue sin establecer acuerdos comerciales con el gigante
asiático.
Mirando ya hacia el presente ciclo, a pesar del menor
crecimiento económico esperado para el país, las últimas proyecciones
publicadas por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA)
muestran para 2024 una leve mejora en la necesidad de abastecimiento externo de
China. En números, el organismo proyecta importaciones de carne vacuna por 3,55
millones de toneladas, prácticamente sin cambios respecto del pico histórico
registrado en 2023. Sin embargo, aun proyectando un incremento considerable en
producción, que según el organismo llegaría a 7,7 millones de toneladas -200
mil más que en 2023- China se encuentra limitada para abastecer tanto en
cantidad como en calidad de carne un consumo creciente, actualmente proyectado
en mas de 11.200 millones de toneladas anuales.
Pero más allá de los volúmenes que siga llevando China, en
adelante el mayor desafío pasará por comenzar a introducir a este mercado
cortes de mayor valor comercial, especialmente en el caso de nuestro país que
vuelca a este mercado cortes de bajo valor dejando de lado el enorme potencial
que ofrece este mercado para productos de mayor calidad.
Hasta entonces, a pesar del fenomenal crecimiento que
experimentó China en volumen de importación, supo consolidar una estrategia muy
fuerte en su política de precios, al ampliar rápidamente su nómina de
proveedores, con mayor cantidad de plantas habilitadas, lo que le permite
moverse cada vez con mayor holgura al momento de negociar valores de compra.
Sin embargo, tratándose de un mercado de 1,4 billones de
consumidores, donde en los últimos 10 años más de la mitad de la población pasó
a vivir en los grandes centros urbanos, a medida que el ingreso medio siga
creciendo, la posibilidad de desarrollar nichos de mercado de mayor valor
agregado sigue posicionando a China como un mercado sumamente atractivo que
ningún proveedor mundial de carne desea soslayar.
Fuente: Informe Rosagan