La inflación interanual en Estados Unidos durante diciembre del 2023 fue del 3,4%, incrementándose respecto a noviembre de aquel año. La intención por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos es de concretar recortes en su tasa de referencia durante el 2024. Sin embargo, la resistencia a la baja que muestra la inflación norteamericana podría ocasionar que los mismos se vean retrasados en el tiempo y no sucedan con la rapidez que esperaba el mercado.
El precio del petróleo viene a la baja durante los últimos meses. De todas formas, el contexto geopolítico actual caracterizado por conflictos en el Medio Oriente y los recientes acontecimientos en el Mar Rojo, podrían afectar las líneas de suministro del commoditie impactando en el precio del mismo.
El precio de la soja, el maíz y el trigo exhiben un comportamiento bajista. Si bien hubo recortes en la producción esperada de soja en Brasil, la misma continúa en un nivel elevado e implicaría un récord para el principal productor y exportador de la oleaginosa a nivel mundial. En Argentina, se consolidan las perspectivas de una buena campaña, con una producción que se incrementaría en 30 millones de toneladas. En este contexto, la oferta de la oleaginosa no parecería ser un problema. Una situación similar ocurre con el maíz, en donde Estados Unidos ha logrado una producción récord, mientras que en Brasil se proyectan volúmenes elevados y, por su parte, Argentina podría alcanzar una producción récord del cereal durante este ciclo.
En lo que vas del mes, en el mercado de Chicago la soja ronda los USD 455 por tonelada, el valor más bajo desde noviembre de 2021; el maíz, por su parte, está en USD 179 por tonelada, valor que no se observaba desde diciembre del 2020. Finalmente, el trigo se posiciona en USD 221 por tonelada, USD 53 menos que en enero del 2023.
SOJA
En Brasil, prácticamente han finalizado los labores de siembra sobre las 45,3 millones de hectáreas destinadas a la oleaginosa. Mientras que en algunos estados de la región centro sur (Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Goiás, Paraná y Sao Pablo) han comenzado los labores de cosecha. Dicha región representa aproximadamente el 90% de la producción de soja brasileña, por lo cual, será importante observar los resultados que vayan arrojando los lotes a medida que se intensifiquen los labores.
Debido a condiciones climáticas poco favorables, la Compañía Nacional de Abastecimiento (CONAB) ajustó a la baja la estimación de producción de la oleaginosa, la cual alcanzaría los 155,3 millones de toneladas. De todas maneras, el volumen continúa siendo elevado e implicaría en récord de producción.
La reducción en la estimación de producción y el aumento del corte de biodiesel en naftas (pasando del 12% al 14%) aprobado por el Consejo Nacional de Política Energética (CNPE), que implica un aumento en la demanda interna de soja y sus subproductos, generarían en conjunto una leve disminución en las exportaciones brasileñas del complejo sojero.
En el caso de Argentina, el ritmo de la labor de siembra es levemente superior al de la campaña pasada y al promedio de los últimos 5 ciclos. Así al 18 de enero del corriente año se encuentran finalizado los labores sobre el 98% de los 16,7 millones de hectáreas destinadas a soja según las estimaciones de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, y Pesca. Dicha área sembrada es un 5% mayor al de la campaña 2022/23 que alcanzó aproximadamente las 16 millones de hectáreas. El buen ritmo de siembra responde a las lluvias que han acontecido durante los meses de diciembre y enero, mejorando las reservas hídricas en el suelo para la oleaginosa, tanto en su variedad de primera como de segunda.
Desde el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estiman una producción argentina de soja de 50 millones de toneladas. Mientras que la Bolsa de Comercio de Rosario estima dicho volumen en 52 millones de toneladas.
MAÍZ
En Brasil, según la última estimación de la CONAB, la producción de maíz alcanzaría los 117,6 millones de toneladas, lo cual implicaría una merma productiva del 10,9% respecto el ciclo anterior. Dicho volumen estaría compuesto por 91,2 millones de toneladas de maíz safrinha (-10,8% intercampaña) el cual sale al mercado junto con el maíz tardío de Argentina, 24,3 millones de toneladas de maíz de primera (-10,9% intercampaña) y el maíz de tercera alcanzaría 1,9 millones de toneladas (-10% intercampaña). Durante finales del corriente mes comenzarían los labores de siembra del maíz safrinha, el cual representa aproximadamente el 80% de la producción brasileña del cereal. Teniendo presente que el mercado climático retrasó la siembra de soja, surge el interrogante acerca de que si los labores de siembra del maíz podrían realizarse en tiempo y forma de manera que no se vea afectado el potencial rendimiento del cereal.
En Argentina, la siembra presenta un avance del 92% sobre los 10,4 millones de hectáreas que se destinarían al cereal. Esta cifra se posiciona 4 puntos porcentuales por encima del avance presentado durante la campaña previa a igual fecha y 2 puntos porcentuales por encima del promedio de los últimos 5 ciclos.
La producción argentina de maíz sería récord. Según los datos publicados por la Bolsa de Comercio de Rosario, se obtendrían unos 59 millones de toneladas. En el caso de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, su estimación arroja un volumen producido que rondaría los 55 millones de toneladas. Por su parte, el USDA coincide con el valor propuesto por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en su último reporte del mes de enero.
TRIGO
Brasil, principal comprador de trigo argentino, ha finalizado la cosecha y su producción rondaría los 8,1 millones de toneladas, un 23,3% menos que la campaña anterior. El factor determinante fue el clima que, si bien fue favorable en la época de siembra, perjudicó el desarrollo y posterior recolección. Dado el menor volumen, la CONAB proyecta un incremento en las importaciones, las que se ubicarían en 6,2 millones de toneladas.
En Argentina, se han finalizado las labores de cosecha sobre los 5,8 millones de hectáreas destinadas al cereal, con una producción potencial estimada en 15,5 millones de toneladas.
Considerando el dato provisorio de producción y los stocks iniciales, la oferta del cereal rondaría aproximadamente en 18,4 millones de toneladas. Por el lado de la demanda, compuesta por las exportaciones y el consumo interno, se estiman en unos 16 millones de toneladas.
Desagregando la demanda, la misma se compondría de 10 millones de toneladas para exportación y en cuanto al consumo interno: 5,1 millones de toneladas para consumo humano, 500 mil toneladas a semillas, 300 mil toneladas con destino forrajero, 100 mil toneladas para la industria y 100 mil toneladas que entrarían a la categoría de otros usos.
Durante los primeros días de enero, se firmó desde la Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación una resolución que otorga la Prórroga Automática Excepcional para las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) del trigo. Dicho organismo, justifica su implementación, en base al contexto de campañas afectadas por condiciones climáticas adversas que derivaron en producciones por debajo del promedio y retrasos en las cosechas. Como consecuencia, podría ocasionar una disminución en el precio interno recibido por el productor, generando una disminución en la comercialización del cereal.
A la fecha, se encuentra comercializado aproximadamente el 42% de la producción de trigo a nivel nacional, dicho valor exhibe un retraso respecto a la campaña pasada de 13 puntos porcentuales. Mientras que, considerando el promedio de las últimas cinco campañas el retraso es aún mayor, ubicándose 26 puntos porcentuales por debajo del mismo.