Esta mañana, el presidente de FAA, Carlos Achetoni, asistió
a una reunión con el secretario de Comunicación, Eduardo Serenellini, en Casa
Rosada.
Tras el encuentro, el federado dijo: “Estuvimos hablando de
diversas situaciones, la visión que tiene Federación Agraria y el gobierno
sobre lo que se está discutiendo en el Congreso, sobre el DNU, sobre la Ley
Ómnibus, y sobre las necesidades básicas que tienen los pequeños y medianos
productores, que necesitan una escalabilidad en cuanto a temas impositivos,
tener una progresividad en los impuestos y en las retenciones. Porque pese a
haber dicho en campaña que las retenciones iban a ir a cero, y luego aparecieron
con un intento de aumentarlas retenciones en un 15%. En muchos casos se logró
corregir, en otros se está en discusión. Aparentemente habría un retroceso a
cero en todas las economías regionales, pero es algo que todavía esta
discutiendo el Congreso”.
Continuó: “Hemos hablado sobre la Ley de Tierras, porque
para nosotros no era necesario derogarla, sino que debe continuar existiendo un
límite importante para que los extranjeros puedan comprar tierras. También
pedimos que no se adhiera a UPOV 91. Insistimos en que vayamos a debatir y
tratar de reformular la ley de semillas y no adherir a un sistema que no está
en ningún otro país de la región, con productores que están evolucionando mucho
mejor que Argentina, y perjudicaría mucho a los productores al modificar el
derecho al uso propio gratuito, entre otras cuestiones. Para mejorar la
producción, se debe abordar el tema de retenciones y revertir la baja de
rentabilidad que queda a Argentina, más que con estar adheridos a UPOV-91”.
Luego añadió: “Además, planteamos la necesidad de ir hacia
una mayor progresividad impositiva, no sólo en retenciones sino también en
impuesto a las ganancias, porque al pequeño productor no es que sólo le están
sacando la renta, sino que en muchos casos le están sacando la subsistencia a
esa familia. Entonces tenemos que hablar de progresividad y también de
retenciones que se vayan retirando. Hemos tratado de explicar que necesitamos
un trato diferenciado para que sea equilibrada la situación y para que se le
llegue con medidas que tengan una fuerte afectación, principalmente en el
interior productivo, y que desafecten en mayor forma al productor más pequeño”.
Y prosiguió: “Porque si no, lo que se hace es desplazarlo de
su lugar de origen, de su lugar de trabajo, para concentrarlo en las grandes
ciudades y para que ese desplazamiento genere concentración de tierras. Y no es
lo que queremos nosotros, porque, más allá de lo productivo, estamos
defendiendo un modo de vida del pequeño y mediano productor en la Argentina,
del agricultor familiar, que hay que preservarlo. Porque es el que hace a la
sinergia, a la movilidad ascendente de los pueblos del interior, porque son los
que producen, los que invierten, gastan y se manejan en los pueblos del
interior, y no como los grandes fideicomisos o los pooles de siembra que lo
único que hacen es ir a extraerle condiciones a la tierra pero no dejan nada en
los pueblos del interior. Asimismo, le mencionamos la importancia de generar
herramientas de comercialización más directas entre el productor y el
consumidor, que permitan minimizar las distorsiones en las cadenas de valor”.
Concluyó: “Le hemos expresado lo que pensamos. Que no
necesitamos ni un Estado regulador en todo, ni una libertad de comercio
absoluta sin ningún tipo de regla. Necesitamos un Estado virtuoso y presente
que atienda necesidades y equilibre para terminar con las desigualdades”.