1. Luces Amarillas. El día 29 de diciembre entró en vigencia el DNU 70/23. Viernes. El sábado no se trabaja, domingo 31, menos. Lunes Feriado. El martes abrieron el juzgado, salió la sentencia y el miércoles 3 de enero la Cámara Laboral ratificó el fallo dando la cautelar solicitada por la CGT.
2. Dos opciones. O nos convertimos en Nueva Zelandia y no nos dimos cuenta, o el poder de Moyano y sus muchachos es en serio y ciertos callos no se pisan.
3. La reforma laboral expuesta en el título IV del DNU 70/23 es casi impecable (ver Newsletter
#5). Hiere de muerte a la industria del juicio. Es pro trabajo, pro empleo y necesita apoyo. Sin
embargo, la CGT juega fuerte. Ya anunció paro general para el 24/1 y demostró que en la
Justicia Laboral es local.
4. Luces Amarillas II. El bono Bopreal no activa. En dos licitaciones el mercado sólo aceptó el 7% de lo ofrecido. Ese bono es vital para que las pymes puedan comprarlo y venderlo en el
mercado secundario y con ello pagar los stocks de importaciones. El flujo de las nuevas
importaciones se pueden pagar con CCL (sin impuesto país), con dólar cable o bien a los
plazos establecidos de 30,60,90, y 120. Claramente esta última propuesta es inviable. Pero las
dos primeras resuelven el problema del flujo de importaciones y ello permite al menos
conocer los precios de insumos y bienes relacionados con el exterior. Vital.
5. Un concepto. En microeconomía cada uno intenta cobrar siempre el precio más elevado que
pueda, nunca el precio más elevado que quiera. Nadie puede cobrar los precios que quiere.
Para cobrar precios necesita convalidación de la demanda. Hasta ahí ok.
6. Curva de Oferta. En los determinantes de la oferta hay variables de costos, tecnología,
expectativas y precios de bienes alternativos. En la Argentina algunas empresas deberían
incluir una variable adicional. “la sustentabilidad del modelo”. Pudiendo maximizar en el
corto plazo, deberían, (a mi criterio) en forma voluntaria, libre, estratégica, funcional, sin
regulación alguna, analizar un sinceramiento amesetado.
7. Meseta. Sería prudente que en forma voluntaria, libre, estratégica, funcional, sin regulación
alguna (repito para que se entienda claramente que nadie propone control alguno, sí un poco
de cabeza) empresas proveedoras de combustibles, servicios públicos, medicina prepaga,
hagan sus ajustes en forma amesetada, no de golpe.
8. ¿El motivo? La sustentabilidad de la reforma. La reforma sufre embates externos. Más de una docena de cautelares, oposición política natural, sindical, sectorial y en algunas oportunidades una “defensa” al menos extraña. Tres aumentos de las naftas en veinte días, aumentos de más del 40% en prepagas y anuncios de otro similar en febrero y los embates esperados de las tarifas pueden socavar el apoyo popular a las reformas.
9. Inédito. Dicho apoyo es inédito. Nunca se dio la conjunción de reformas de fuste con apoyo
popular. Es más, nunca se vio una propuesta de reformas tan profundas. Los puntos 8 y 9 son
de interpretación personal, especial para un momento histórico.
10. El actual plan es complejo.
a. Fuerte ajuste puesto sobre la mesa
b. Las patas de la mesa no están fuertes y puede caer todo. Las patas son la reforma
laboral (cuestionada en la justicia), la reducción impositiva postergada, la seguridad
jurídica en discusión y la responsabilidad empresaria (por ahora sólo presente en
pymes competitivas).
c. La reforma macro, está en duda. Hoy se basa en el horizonte planteado que genera
expectativas positivas y en el cambio de precios relativos. Hay nubarrones. Dada la
situación de inviabilidad inicial y el proyecto lanzado no hay margen de error.
Por: Gustavo Lazzari