Los productores de la provincia de Santa Cruz consideran que
la depredación, los problemas climáticos adversos y el abigeato son las causas
principales de mortalidad en ovinos. Al asignar un orden de importancia, los
productores indicaron que la mayor pérdida se atribuye a la depredación por
zorro colorado, seguida por puma. Según una encuesta realizada por el INTA
Santa Cruz, el 77% de los productores reportó haber sufrido pérdidas debido al
puma, y un 96,4% debido al zorro colorado.
Las estadísticas fueron publicadas en el trabajo “Percepción
sobre el impacto de la depredación y el desempeño de métodos para su mitigación
en sistemas ganaderos de Santa Cruz”, presentado por el INTA EEA Santa Cruz. El
trabajo surgió a partir de la preocupación expresada por los ganaderos, que
manifestaron su inquietud y los desafíos que enfrentan en relación con esta
problemática. Los investigadores abordaron su impacto directo en las
explotaciones ganaderas y apuntan a evaluar el rendimiento de diversos métodos
de mitigación.
Uno de los autores del trabajo, el Ingeniero en Recursos
Naturales Renovables Manuel Gil (AER INTA Río Gallegos) comentó que “los
resultados obtenidos en este informe son fundamentales en nuestra estrategia
para abordar los crecientes desafíos que enfrenta el sector ganadero ovino en
Santa Cruz, particularmente en lo que respecta a depredación, que se ha
convertido en una preocupación mayor en los últimos años. Además, está claro
que las pérdidas de ovinos por depredadores se suman a otras adversidades como
condiciones climáticas extremas y el abigeato, reduciendo significativamente la
rentabilidad de la actividad”.
Gil destacó que “el propósito principal del informe es
establecer una base sólida de información sobre cómo los productores perciben a
los depredadores. Esto es crucial, ya que influye directamente en cómo los
productores manejan y responden a la depredación. Con este conocimiento,
podremos elegir de manera más informada los sitios de muestreo para estudiar la
abundancia y distribución de los depredadores. Esto es necesario para entender
mejor la dinámica entre la ganadería ovina y los depredadores en la región”.
La encuesta revela que más del 50% de los productores de
ganado ovino llevan un registro de las causas de muerte de sus ovejas. Las
principales causas identificadas son los ataques por zorro colorado y puma,
problemas climáticos adversos y el abigeato. Esta tendencia refleja los
desafíos constantes en la ganadería ovina de Santa Cruz, especialmente el
impacto de los carnívoros, corroborados por investigaciones anteriores. En
áreas cercanas a centros urbanos, los perros asilvestrados también se identifican
como una amenaza.
El 77% de los productores encuestados experimentó pérdidas
de ovinos debido a la depredación por puma, principalmente durante las etapas
de servicio-esquila y señalada-destete. Las categorías más afectadas fueron
ovejas y, en segundo lugar, borregos/as. Notablemente, el 90,6% de los
productores afectados implementaron medidas preventivas contra el puma,
mientras que aquellos que no lo hicieron mencionaron restricciones
presupuestarias o la decisión de abandonar la producción ovina como razones
para no tomar medidas preventivas.
El 96,4% de los productores encuestados reportó haber
sufrido pérdidas de ovinos debido al zorro colorado. Estas pérdidas se
produjeron principalmente durante la etapa de señalada – destete. Las
categorías de corderos/as fue la más afectadas por esta especie.
El 20% de los productores encuestados informó haber sufrido
pérdidas de ovinos debido a los perros. Estas pérdidas ocurrieron
principalmente durante la etapa de servicio - esquila, seguidas por la etapa de
señalada - destete y destete - servicio. Las categorías de ovejas y, en segundo
lugar, corderos/as, resultaron ser las más afectadas por dichos depredadores,
aunque todas las categorías presentaron afectación.
Cabe destacar que los productores que informaron pérdidas de
ovinos por perros se encuentran asociados a zonas cercanas a las ciudades.
El 35% de los productores encuestados realizaron prácticas
de reducción de pérdidas y no fueron efectivas. Utilizaron collares, jaulas,
trampas, encierre, cacería, pero todo conlleva consecuencias económicas y
ecológicas, además, de no mejorar la producción.
Por otro lado, el 34% de los encuestados utilizan perros
protectores de ganado, con un promedio de 4 perros por establecimiento. El 95%
han observado una reducción en las pérdidas de ovinos desde la integración de
estos perros a su manejo.
El trabajo destaca que los encuestados proponen diversas
alternativas para mitigar las pérdidas, destacando la ocupación de campos
vecinos mediante arrendamiento o acuerdos colaborativos. Sugieren un trabajo
conjunto entre productores para monitorizar los daños y evaluar la eficacia de
las medidas. El enfoque colaborativo se ve como una manera integral de abordar
la depredación, reconociendo que es un desafío que requiere esfuerzos
colectivos. Proponen la reinstauración del pago de cueros por la provincia y
compensaciones de minería y petroleras a productores vecinos, considerándolos
como reservas ecológicas. Sin embargo, se destaca la presión de carnívoros en
campos abandonados y la ineficacia a largo plazo del sistema de recompensas por
la caza. El 87% de los productores estaría dispuesto a aplicar prácticas
adicionales si son efectivas, destacando la importancia de un registro
actualizado de depredación para la toma de decisiones de manejo.
Gil comentó que el informe “forma parte de un proyecto más
amplio que busca responde a las necesidades específicas del sector ganadero”.
En este sentido comentó que “uno de los objetivos es generar un mapa de
zonificación que identifique áreas de intervención prioritaria, que será una
herramienta valiosa para guiar los esfuerzos de manejo y mitigación,
permitiendo a los productores y a las autoridades locales enfocar recursos
donde más se necesiten”.
El investigador relató que “el proyecto tiene como meta
evaluar objetivamente métodos actuales de control de depredación. Queremos
ofrecer a los productores y a los responsables de la toma de decisiones
información basada en evidencia, esto es fundamental para que los métodos
utilizados sean sostenibles y responsables”.
“Buscamos cuantificar el impacto real de los depredadores sobre la ganadería ovina en la provincia, clave para fundamentar decisiones de manejo a nivel predial y provincial. Entender el alcance del problema nos permitirá desarrollar respuestas más efectivas y adaptadas a las necesidades locales, mejorando así la rentabilidad y sostenibilidad de la ganadería ovina en Santa Cruz”, comentó. (INTA).