La tormenta que tuvo lugar a principios de semana tuvo su efecto en la región núcleo, dejando severas consecuencias. Según un informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, alrededor de 50.000 hectáreas agrícolas se vieron muy afectadas por granizo y excesos de lluvia, de las cuales se estima que se perderá la mitad de la producción. Además, se han reportado graves daños en el centro este de Buenos Aires y estragos en el noroeste argentino (NOA).
La "tormenta de Navidad", según el documento, afirmó el carácter violento e impredecible que está teniendo el tiempo en el país. A pesar de la reciente recuperación hídrica, las tormentas no se han comportado como se esperaba, desviándose de los modelos predictivos incluso horas antes de su formación. Lo más preocupante es la violencia con la que estas tormentas han golpeado, causando inundaciones y graves daños en su paso.
El granizo ha sido uno de los principales problemas en esta tormenta. Los técnicos que han evaluado los daños afirman que nunca antes habían visto mangas de granizo tan amplias y con una cobertura de daño tan extensa como en esta ocasión.
La preocupación se centra en la intensidad de las tormentas: según los expertos, la violencia de las mismas no se debe únicamente a El Niño, sino a otras variables que afectan el comportamiento atmosférico, como las corrientes de aire frío y húmedo desde el sur y suroeste, así como la interacción con frentes fríos intensos.
Dentro de la región, entre las localidades más afectadas se encuentran Cañada Rosquín, Carlos Pellegrini, El Trébol, Irigoyen, Clason y Montes de Oca. Se estima que alrededor de 50.000 hectáreas agrícolas en esta área han sufrido daños significativos debido a inundaciones, exceso de humedad y granizo, y se perderá la mitad de la producción. Los ingenieros agrónomos han señalado que la recuperación en algunos de estos campos será difícil, ya que muchos lotes de soja ya estaban en etapa de floración.
En el sur de la región pampeana, distritos como Saladillo, Adolfo Alsina, Lobería y Balcarce también han experimentado fuertes daños debido a las tormentas. A pesar de que las cosechas de trigo y cebada estaban teniendo buenos rendimientos, las tormentas recientes han ocasionado daños importantes en algunos casos.
Incluso el noroeste argentino (NOA), que había estado sufriendo por la falta de lluvias, fue golpeado por lluvias intensas que causaron estragos en provincias como Tucumán y Catamarca.
Las lluvias que se esperan hasta fin de año muestran que la región núcleo tendría una pequeña tregua. "En esta oportunidad la acumulación de humedad atmosférica en la zona núcleo no va a ser tan significativa como en las últimas semanas. La presencia de lluvias generalizadas y de generoso volumen estaría limitada al extremo norte de Santa Fe, NOA y NEA. Aun así, el pasaje del sistema frontal por la franja central puede dejar algunas lluvias en el sur de Córdoba, La Pampa y el sudoeste bonaerense, sectores que necesitan agua", señaló el consultor Elorriaga.