La prolongada ventana de precipitaciones que estamos teniendo a nivel país, en el marco de los efectos de El Niño, “ha pegado muy duro en el ánimo del productor, porque todavía quedan algunas hectáreas de trigo y cebada para levantar – son pocas - , también quedan algunas colzas invernales, y realmente se nos está haciendo muy difícil entrar a las chacras a recolectarlo”, comentó en primer lugar el presidente de la Asociación Agropecuaria de Dolores, Enrique Carlos Oyharzábal.

Entrevistado en Valor Agregado de radio Carve, el productor agrícola explicó que esta situación a nivel de cultivos de verano, “posiblemente nos encontremos con situaciones de algunas resiembras, ahí tenemos el primer desafío a superar, hay que ver cuanta de la última área sembrada logró implantarse o pasó a situación de resiembra”.

“Ahí ya tenemos un retroceso en cuanto a lo planificado”, afirmó Oyharzábal, quien agregó que se animaría a aventurar que el área de segunda recién va en un 50 o 60%, por ende estamos llegando a Navidad con un 40% del área de segunda por sembrar”.

En este sentido, será clave poder tener una ventana del clima de unos 6 o 7 días, “la capacidad de trabajo es increíble, capacidad de trabajo hay mucha”, enfatizó el presidente de la Asociación Agropecuaria de Dolores.

En referencia a lo que deja el negocio con los cultivos de invierno, Oyharzábal sostuvo que las situaciones son tan diversas “como la calidad que se pudo sacar, como la cantidad de kilos que se pudo obtener”, en el trigo “tendríamos márgenes positivos, no gigantescos, pero positivos, eso es muy bueno porque da una mano tremenda”, en cebada “casi todas salieron forrajeras, por ende la cebada transgredió menos kilos de lo esperado, estamos hablando de una situación donde seguramente la mayoría de los productores estén en pérdidas”, y en canola “lo que tiene de bueno es que es un cultivo parecido a la soja y no tiene problema de calidad, pero fue un año en el que no le fue muy bien con los kilos, tenía costos algo y los precios bajaron bastante”.