Buenos Aires – En el marco del Programa Nacional de Prevención de Lobesia botrana del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), a mediados de octubre, comenzó la realización de los tratamientos para el control de la plaga de la polilla de la vid en las provincias de Mendoza y San Juan.
Los mismos son llevados a cabo con asistencia estatal como parte de las políticas públicas destinadas a fortalecer las economías regionales.
En ese sentido, se cumplen más de 10 años de trabajo continúo para el control y prevención de la plaga Lobesia botrana, que afecta a los cultivos de vid y produce daños directos provocando pérdidas en los volúmenes de producción, menor rendimiento por planta, afectando además la calidad de la fruta tanto para consumo en fresco como para vinificación.
El objetivo del Programa es implementar medidas de control fitosanitario en grandes áreas de cultivo de San Juan y Mendoza con el fin de lograr una disminución drástica y rápida de la plaga.
Para ello se realizan acciones sostenibles y sustentables en el tiempo que contribuyen a mejorar el estatus fitosanitario a nivel regional en todas las áreas de la provincia con presencia de la plaga Lobesia botrana. La estrategia combina el control fitosanitario, el cultural y el cuarentenario.
Desde octubre hasta hoy, cuando comenzaron las tareas para la nueva temporada, en Mendoza ya se realizaron aplicaciones con productos fitosanitarios para el control de la plaga en más de 111.000 has aplicadas héctareas (has) de cultivo y en San Juan en más de 13.000 has.
Cabe destacar el trabajo público-privado que se viene desarrollando junto al Estado Nacional, el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (Iscamen) y el gobierno de la provincia de San Juan. En ese marco funciona la Comisión Nacional de Lobesia botrana, donde se consensuan las estrategias a ser implementadas.
El cultivo de vid reviste una gran importancia para Argentina. En 2022 el total de la superficie de vid en todo el país, fue de 207.000 has., de las cuales un 71% corresponde a Mendoza y un 19 % a San Juan. Asimismo, del total de la superficie implantada de vid, un 92% tuvo como destino la vinificación.
Cabe mencionar que nuestro país ocupa a el quinto lugar como productor de vinos en el ranking global y se calcula que el sector vitivinícola genera más de 106.000 empleos directos y 280.000 indirectos.