1- Las registraciones de DJVE de maíz en lo que va de noviembre escalan en solo quince días
La comercialización de granos durante todo lo que va del año 2023 ha sido atravesada por las secuelas de la sequía y su consecuencia; es decir, menores volúmenes operados. El atraso relativo con las campañas anteriores es más que evidente y esperable por la caída en los niveles productivos. Sin embargo, los sucesivos esquemas transitorios de política cambiaria consignados en las respectivas ediciones de Programas de Incremento Exportador han generado disrupciones en el flujo habitual de negocios, y noviembre no resulta la excepción.
El esquema más favorable de tipo de cambio, aunado a los incentivos para la colocación de pesos a los fines de cancelar compromisos atados directa o indirectamente a la evolución del dólar, y la relativa normalización de las lluvias, que permite ilusionarse con los rindes de la campaña próxima, impactaron en una fuerte suba de anotaciones de venta al exterior de maíz a embarcarse a partir de marzo 2024.
En efecto, las registraciones de ventas al exterior anticipadas de maíz 2023/24 han escalado en lo que va de noviembre a 3,3 millones de toneladas. Ello es, el 61% de las 5,4 Mt de maíz nuevo que se llevan vendidos al exterior a la fecha. Si se suman los negocios correspondientes a la campaña en curso, en lo que va del mes se registraron DJVE por 4 millones de toneladas, posicionando noviembre como el segundo mes con más anotaciones del año, sólo por debajo de agosto.
Para ser la primera quincena del mes, el volumen anotado de DJVE es notoriamente elevado, ya que el promedio no supera las 800.000 toneladas. Como se observa en el gráfico, ello ha permitido que el volumen acumulado de negocios al exterior de maíz nuevo supere a los de la campaña 2018/19, aunque se ubica aún por detrás de los últimos cuatro años.
En base a los datos presentados, puede estimarse el aporte tributario en concepto de derechos de exportación, por ventas al exterior de maíz, en USD 101 millones en lo que va de noviembre, habida cuenta que las retenciones deben abonarse según la alícuota establecida (12% maíz) en base al FOB oficial que publica la Secretaría de Agricultura diariamente, teniendo hasta cinco días hábiles para efectuar la erogación.
2- El USDA espera una cosecha récord en soja a nivel mundial, pero el mercado sigue de cerca la coyuntura sudamericana
En pleno avance de la cosecha norteamericana de soja, el cultivo viene manteniendo una racha ganadora en Chicago. La cotización del poroto de soja en el mercado a término estadounidense acumula ganancias de 9% desde principios de octubre al presente, tocando su nivel más alto desde agosto. Por detrás, se alinean las dudas sobre la producción brasilera y un line up argentino muy ajustado.
A pesar de que el jueves de la semana pasada, el USDA publicó su informe mensual de oferta y demanda augurando excelentes perspectivas productivas para la oleaginosa, la situación en las principales regiones brasileras despierta sospechas frente a las proyecciones de la agencia norteamericana.
Durante esta semana, la consultora brasilera AgRural disminuyó sus estimaciones debido a los efectos de la ola de calor que se ha mantenido principalmente sobre el norte del país (implicando atrasos de siembra y en algunos casos la necesidad de volver a cultivar) y por las elevadas precipitaciones que se observan sobre la región sur, que comprometen los rendimientos. El pronóstico para el corto/mediano plazo promete precipitaciones por encima de lo normal, llegando a preverse excesivas lluvias sobre todo en la región norte de Rio Grande do Sul, estado que explica en promedio el 14% de la producción de soja brasilera.
Para Brasil las nuevas estimaciones son de 163,5 Mt de soja en la campaña entrante y no se descartan posteriores actualizaciones cerrando el mes de noviembre. Con un ritmo de siembra muy por debajo del promedio de los últimos años (57,6% de avance vs 70% promedio), los productores de las regiones centrales, como Mato Grosso, no son tan optimistas y esperan guarismos más cerca de los 150 Mt.
Por otra parte, debido a la escasa producción de Argentina para el ciclo 2022/23, las proyecciones de exportación de derivados de soja son escuetas para lo que resta de la campaña. En efecto, en los cinco meses que quedan hasta abril, según estimaciones propias, se exportarían en total 6,4 Mt de harina de soja, 1,03 Mt de aceite de soja y 0,2 toneladas de biodiesel; ello es, el volumen más bajo para el mismo período de los últimos 13 ciclos.
Si se pretende encontrar volúmenes de exportación más bajos para los últimos cinco meses de la campaña habría que retroceder al ciclo 2000/01, cuando se exportaron 5,7 Mt de harina de soja entre noviembre y marzo. En el caso del aceite de soja habría que remontarse al siglo pasado. En cuanto a biodiesel, representa el volumen más bajo desde la promulgación de la primera ley de biocombustibles.
Habida cuenta del tradicional liderazgo argentino como proveedor mundial de harina de soja, la escasez de oferta gatilló una suba del 22% en el contrato de harina de soja negociado en CBOT desde octubre, que alcanza máximos de marzo de este año. Los fondos especulativos han aumentado su posición comprada neta desde el último dato de octubre y sostiene en gran parte las cotizaciones.
3- En Chicago el maíz mantiene una tendencia bajista
Desde hace varios meses el mercado ha comenzado a descontar que la próxima campaña maicera depara abultados niveles productivos. Esta tendencia es confirmada luego del último reporte de oferta y demanda por parte del USDA, en el cual se proyecta una cosecha récord en suelo norteamericano y otra a nivel mundial. Con 1.220 Mt de maíz para la campaña que viene, la 2023/24 se convertiría en la mayor producción a escala global, sobrepasando el éxito del ciclo 2021/2022.
Los stocks finales para la campaña entrante también se proyectan abultados y serían los más altos desde el ciclo 2018/19, dejando como saldo una relación stock/consumo de 26%. Esa relación es mayor a la de la campaña pasada, por encima del promedio histórico y en línea con los niveles que se vienen trabajando durante las últimas cinco temporadas.
Frente a este contexto, los fundamentos mandan y los fondos especulativos incrementaron su posición neta vendida, llegando a máximos de seis meses. En Chicago, el precio ya descuenta niveles normales de aprovisionamiento, profundizando su tendencia bajista hasta tocar los US$ 185/t, cada vez más lejos de los US$ 200/t que actuaron como sostén por casi 3 años.
Entre el año 2015 y el 2020, la cotización promedio del contrato con mayor volumen en Chicago, fue de US$ 146 /t, oscilando US$ 10 por encima y por debajo. Esto está muy lejos de los US$ 240 /t promedio que se han observado durante los últimos tres años, caracterizados por una gran variabilidad en los precios debido a los conflictos geopolíticos.
Sin embargo, no todo es tan claro para el futuro del maíz. Las adversidades climáticas que afronta Brasil también arrastran problemas para los rendimientos maiceros. Las estimaciones de producción se han recortado, reflejando el impacto negativo de los excesos de humedad sobre las principales áreas productivas del sur y sureste de Brasil. También la sequía sobre las regiones norte y central afectan a la futura siembra del cultivo, previéndose demoras.
De persistir las adversidades, la producción maicera podría sufrir nuevos recortes para la campaña entrante, lo que modificaría la posición del mercado frente al ciclo 2023/24.
Por Matías Contardi – Emilce Terré
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario