Así lo reseñó la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro) en nota de prensa, donde indicaron que la producción interna no puede competir con las importaciones.
Resaltaron que un conjunto de factores conspira con este propósito: “El mercado interno de alimentos está inundado de productos importados que reciben exoneraciones arancelarias, se exceptúan de pago de impuestos e igualmente, de productos frescos y procesados contrabandeados. La inflación interna; tanto en bolívares, como en dólares, es muy superior a la de los países exportadores y de nuestros principales socios comerciales. La producción interna en nuestro país carece de apoyos y la inversión pública en infraestructura productiva es prácticamente nula. El crédito agrícola está significativamente restringido. La escasez de combustible limita el cumplimiento de las labores de preparación de tierra, siembras, combate de plagas, enfermedades, recolección y distribución de las cosechas”, son algunos de los factores reflejados en el documento.
Por otra parte, enfatizaron que en los dos últimos años, la contracción del consumo está afectando a todas las cadenas agroalimentarias.
“Estamos iniciando la cosecha de los rubros de ciclo corto correspondientes a las siembras de invierno de este año y persiste el mismo clima de tensión que se presentó en las cosechas de años anteriores, es decir no hay acuerdo entre productores e industriales y continúan arribando a Puerto Cabello, embarques de maíz, arroz, y azúcar, y cruzan por la frontera café, papa, cebolla y otras hortalizas de contrabando, e igualmente de productos terminados que dominan el mercado interno y las compras gubernamentales”.
La confederación expresó que no pueden permanecer indiferentes ante esta situación que impacta negativamente a los agricultores que “sostienen la economía de 17 estados del país y aún permanecen en sus unidades de explotación autofinanciándose”, y recibiendo como pago de sus cosechas precios que no cubren sus costos de producción.
Ante este panorama negativo para el agro venezolano, Fedeagro plantea, entre tanto, la conveniencia de instaurar la agricultura de contrato, basada en acuerdos sobre precios y condiciones de comercialización entre agricultores e industriales. Adoptar un sistema de estabilización de precios de importación de rubros sensibles como el que rigió en la Comunidad Andina (Sistema Andino de Franjas de Precios – SAFP) que proteja a agricultores e industriales de las caídas y aumentos de los precios internacionales. Además de crear una instancia entre los sectores públicos y privados (Consejo Nacional de Cereales) que oriente la política de estos rubros, haga un balance entre la oferta y la demanda interna y decida sobre los volúmenes a importar y la época para hacerla.