El reglamento establecido por la UE apunta al listado de sustancias antimicrobianas en animales destinadas a la producción de alimentos o subproductos, las cuales deberán ser utilizadas exclusivamente para uso humano.
El Dr. Julio Barrios, director general de la Dirección General de Calidad de Productos y Subproductos de Origen Animal (Digecipoa) explicó a La Nación/Nación Media que se puso a conocimiento la disposición que implicará a las exportaciones para el bloque en dicho rubro. “Ellos deberán prever esta situación de que en todas las fases de la producción no deberán contener dicha sustancia dentro de su producto”, comentó.
La producción nacional utiliza antimicrobianos con un límite máximo de residuos, pero la UE solicitó que sea prohibido el uso en los ejemplares que producen alimentos. “Senacsa lo que va hacer es la prohibición del uso de sustancias antimicrobianas para el efecto. Eso se va a hacer a partir del 24 de noviembre porque nos dieron un plazo para responder hasta esa fecha”, expresó.
La exigencia no solamente es para Paraguay, sino para todos los países que deseen exportar estos subproductos al bloque, quienes deberán adecuar sus sistemas a esta nueva normativa. “Ya estamos adoptando un poco esa situación. Solamente es con destino a la UE, y solamente se va a permitir utilizarlo para tratamiento terapéutico”, manifestó Barrios.
El alto funcionario afirmó que esto se dió tras varios estudios que se realizaron en el viejo continente años atrás y detectaron que existe mucha resistencia a los antibióticos en humanos. “Entonces si estamos utilizando el día de mañana la humanidad ya no va a tener como tratarse o protegerse de alguna enfermedad y por eso se va a preservar para la humanidad”, argumentó a LN.
Remarcó que la trazabilidad será el factor principal para que las industrias apliquen la nueva norma porque en todos los procesos deberán identificar los animales, establecimientos, productos, entre otros. Actualmente 5 plantas procesadoras envían estos productos a ese mercado, en el 2022 se contabilizaron 3.000 toneladas de tripas de origen bovino y porcino.