La mitad del trigo de la región está entre regular y malo
400.000 ha regulares y 100.000 ha malas (7 p.p. más que la semana pasada). En el centro sur de Santa Fe se encuentra la mayor cantidad de esos lotes. Incluso, en Carlos Pellegrini hay un 10% de los lotes ya se ha dado por perdidos. Los productores que cuentan con animales en sus establecimientos lo están usando como forraje. En Cañada de Gómez, los trigos están muy estresados. El 80% de los cuadros está espigando con estrés hídrico grave, “las hojas se ven encartuchadas, sufriendo. Son trigos que no lograron una buena profundización radical”.
En General Pinto, en el noroeste de Buenos Aires, el cereal está en período crítico con efectos de estrés hídrico, más o menos marcados, en todos los cuadros. Si bien aún no se observan los efectos de las bajas temperaturas del fin de semana, los técnicos advierten que agarraron al cultivo en condiciones muy secas. En Marcos Juárez, el trigo viene sufriendo un fuerte deterioro y su estado general cayó por la falta de lluvias. Allí el 45% de los lotes esta entre regular y malo. En San Gregorio, advertían antes de las lluvias que “si no llueve, esperan una caída brusca de potencial, ya que en el área las napas estas muy bajas y el cultivo depende solo de las lluvias”.
En plena definición, se estiman pisos de rinde de 5 qq/ha
El trigo de la región se encuentra entre desplegando la hoja bandera y comienzo de llenado de granos, etapas críticas en la definición del rendimiento. Los agrónomos coinciden en que con cada semana que pasa sin lluvias importantes los rindes se ajustan hacia abajo. En Carlos Pellegrini hay una drástica reducción de las varas florales y una lenta formación de granos. Ya estiamn rindes de 5 qq/ha a 20 qq/ha. En Marcos Juárez, los rindes se mueven entre los 15 qq/ha a 40 qq/ha. En el sur santafesino y el noreste de Buenos Aires se ven los mejores lotes, pero cada vez dependen más de las lluvias. En San Gregorio, dónde las lluvias de la primera semana de septiembre permitía apuntar a 50 qq/ha en los mejores lotes, esperan una caída brusca de potencial tras los escasos milímetros que dejo el evento del martes. Y alertan que el cultivo depende únicamente las lluvias. En Bigand, la zona más privilegiada por el agua en setiembre (110 mm) y el área que obtendría los mejores resultados en trigo, calculan entre 30 y 50 qq/ha. En Pergamino, en un rango entre 25 a 50 qq/ha.
Falta sembrar 540.000 ha con maíz temprano y el agua no alcanza para reactivar la siembra
En la última semana, el progreso de la siembra fue lento, solo un 10%. Aún resta por implantar unas 540.000 hectáreas de maíz temprano. El avance se hizo a costa de los sectores que presentaban mejores condiciones de humedad, como el extremo sur santafecino y el noreste bonaerense. Sin embargo, en estos sectores las últimas siembras se hicieron con la humedad justa. Desde San Gregorio reportan que pudieron terminar de sembrar pero la semilla debió enterrarse a mayor profundidad para asegurar una buena germinación.
Por el momento, con el 60% implantado, la región sigue esperando lluvias, el límite sería mediado de octubre. Las áreas más demoradas son el centro-sur santafecino, donde las labores se frenaron en un 5% debido a la falta de humedad en los perfiles del suelo. Le sigue el noroeste bonaerense, con un 15%, y el sudeste cordobés con un 70%. Allí el final es incierto. Desde Carlos Pellegrini dicen que en caso de no contar con lluvias, redefinirán los lotes. Pero aún no saben cuánto podría pasar a soja (o en su defecto a maíces tardíos). Otra preocupación es que hay mucha semilla comprada sin evento específico para lepidópteros (orugas), lo que es un gran problema en fechas tardías.
En general se percibe que la zona cordobesa de GEA pasaría mantendría en gran parte el maíz en las rotaciones y lo haría como tardío. Pero en el este la tendencia es la contraria: pasar a soja en función de que los barbechos lo permitan.