Pasos para fabricar compost casero
Elegir un contenedor adecuado: Puedes comprar un compostador comercial diseñado para espacios pequeños o hacer uno tú mismo. Los botes de basura de plástico con tapa también funcionan bien. Haz agujeros en los lados y en la base para permitir el flujo de aire.
Ubicación: Si tienes un pequeño balcón o patio, coloca el compostador allí. Si no lo tienes, incluso puedes compostar en el interior utilizando lombrices en un proceso llamado vermicompostaje.
Recopila tus materiales:
- Materiales verdes (alto contenido de nitrógeno): restos de frutas y verduras, posos de café, bolsas de té, hierba recién cortada, etc.
- Materiales marrones (alto contenido de carbono): hojas secas, ramitas finas, papel no impreso, cartón triturado, etc.
Evita carne, lácteos, aceites y huesos, ya que pueden atraer plagas.
- Comenzar el compost: Coloca una capa de materiales marrones en la base de tu contenedor, luego agrega una capa de materiales verdes. Continúa alternando estas capas. Un buen equilibrio es esencial, y generalmente, una proporción de 3 partes marrones a 1 parte verde funciona bien.
Mantenimiento del compost casero
- Aireación: Una vez por semana, remueve o gira el compost para airearlo, usando una pala o un utensilio especial para compost. La aireación es esencial para mantener el proceso aeróbico y evitar malos olores.
- Humedad: El compost debe tener la consistencia de una esponja húmeda. Si está demasiado seco, añade un poco de agua. Si está demasiado húmedo, añade más materiales marrones.
- Tamaño: Pica o tritura los materiales en pedazos más pequeños para acelerar el proceso de descomposición.
- Temperatura:
Dependiendo de qué materiales ha añadido a la pila y si se voltea frecuentemente, habrá una alza de temperatura dentro de ésta, debido al calor generado por la actividad de los microorganismos. Esto es bueno pues indica un proceso activo y el compostaje se hace más rápido. Si desea obtener compost en poco tiempo deberá airear (voltear) la mezcla cada vez que la temperatura descienda. Finalmente, cuando el compost esté casi listo, la temperatura bajará sin importar cuantas veces lo voltee.
- Vermicompostaje: Si decides hacer compost en el interior, considera el vermicompostaje. Consigue una caja o contenedor, rellénalo con tierra y añade lombrices rojas. Luego, simplemente añade tus residuos orgánicos y las lombrices harán el trabajo por ti. El resultado es un compost rico y un líquido que puede ser diluido y utilizado como fertilizante líquido.
- Tiempo y madurez: Dependiendo de las condiciones y los materiales, tu compost estará listo en unos meses. Sabrás que está listo cuando tenga un aspecto marrón oscuro, textura esponjosa y un olor a tierra.
- Uso: Una vez que el compost esté maduro, puedes mezclarlo con tierra para macetas o usarlo como abono en tus plantas.
Productos permitidos y productos prohibidos a la hora de hacer compost casero
Cuando estás haciendo compost, es importante conocer qué materiales son apropiados y cuáles deben evitarse. Aquí te dejamos una lista de productos permitidos y prohibidos:
Productos Permitidos (buenos para el compost casero):
Materiales verdes (ricos en nitrógeno):
- Restos de frutas y verduras.
- Posos de café y filtros.
- Bolsitas de té (asegúrate de que no sean sintéticas).
- Restos de hierbas y césped recién cortados.
- Flores marchitas.
Materiales marrones (ricos en carbono):
- Hojas secas.
- Ramas y palitos pequeños.
- Paja o heno.
- Cartón sin tintas tóxicas (sin laminado) y papel (sin tintas brillantes o metálicas).
- Cáscaras de huevo trituradas (ayudan a añadir calcio).
- Aserrín y virutas de madera (asegúrate de que no provengan de madera tratada químicamente).
- Pelos y uñas (tanto humanos como de animales).
Otros:
Estiércol de animales herbívoros (como vacas, caballos, gallinas, conejos, etc.)
Algún tipo de alga o alga marina.
Productos Prohibidos (malos o potencialmente problemáticos para el compost casero):
- Carnes y pescados: Pueden atraer plagas y producir malos olores.
- Lácteos: Al igual que la carne, pueden atraer animales no deseados y generar olores.
- Aceites y grasas: Estos pueden ralentizar el proceso de compostaje y atraer plagas.
- Enfermedades y malas hierbas: Plantas con enfermedades o malas hierbas con semillas pueden propagar la enfermedad o las malas hierbas cuando se usa el compost.
- Excremento de animales carnívoros: Como de perros o gatos, pueden contener parásitos dañinos.
- Materiales tratados químicamente: Maderas tratadas, aserrín de tales maderas, o cualquier material que pueda contener pesticidas, herbicidas o toxinas.
- Plásticos, metales y vidrios: No son biodegradables y no tienen cabida en un compost.
Otros materiales prohibidos
- Productos químicos tóxicos: Cualquier cosa que pueda ser dañina para el suelo, como ciertos productos de limpieza o pesticidas.
- Cítricos en grandes cantidades: Pueden acidificar el compost, lo cual no es bueno para algunas plantas. Sin embargo, en pequeñas cantidades suelen estar bien.
- Plantas venenosas: Como la hiedra venenosa o el roble venenoso.
- Cenizas de carbón: Pueden contener sustancias químicas dañinas.
Recuerda que el éxito del compostaje depende de una buena relación entre los materiales ricos en carbono y en nitrógeno, una adecuada aireación y humedad, y la presencia de microorganismos que ayuden en la descomposición. Con una correcta selección de materiales y un buen mantenimiento, podrás obtener un compost de alta calidad.
Siguiendo estos pasos, podrás aprovechar al máximo tus residuos orgánicos y enriquecer tus plantas, incluso en espacios reducidos. ¡Buena suerte con tu compostaje!
Fuente: Portal Fruticola