El uso de cubiertas protectoras es una estrategia efectiva para el control del estrés abiótico en árboles de Cerezo (Prunus avium L.), particularmente la lluvia y otros peligros climáticos.
Cereza sin partidura en huerto con coberturas.

Partiduras en cereza en huerto sin coberturas.

Ahora bien, se debe considerar:

Existen factores ambientales afectados por los sistemas de cobertura como la radiación fotosintéticamente activa (PAR), la temperatura, la humedad relativa y la velocidad del viento, que a su vez afectan el intercambio gaseoso de las hojas, las relaciones hídricas de las plantas, el crecimiento de los árboles, el desarrollo de las flores y la calidad de los frutos.
El uso de sistemas de cobertura tiene un efecto positivo en la fotosíntesis al aumentar la cantidad de PAR difundido, pero un efecto negativo en el equilibrio reproductivo-vegetativo del árbol debido a una menor disponibilidad total de PAR.

Los aumentos de temperatura del aire por los sistemas de cobertura alteran diferencialmente la floración y el cuajado de frutos, impactando positivamente en el tiempo de maduración y división celular de los frutos.

Unidad demostrativa para los estudios de cubiertas en cerezo, en un huerto comercial.

El estado hídrico de la planta mejora bajo sistemas de cobertura, lo que permite una mayor tolerancia al déficit hídrico, así como una mejor expansión potencial de las células del fruto, con un consiguiente efecto positivo en el tamaño del fruto, pero disminuyendo su firmeza debido a la menor disponibilidad de Calcio (Ca) en los frutos.

Los múltiples factores ambientales y respuestas fisiológicas observadas en la producción de cerezas bajo sistemas de cobertura sugieren la necesidad de ajustar prácticas agronómicas como poda, regulación de la carga de cultivo, riego y nutrición de acuerdo a estas condiciones específicas.