Terré apuntó que la campaña de soja 2023-24 se desarrolla con un escenario marcado por la menor producción de Estado Unidos, la recuperación de la producción argentina -luego de la sequía histórica que devastó la cosecha 2022-23- y otra gran producción de Brasil.
"Se asume una recuperación del stock mundial a 119 mill/tn, aunque los inventarios de Estados Unidos serán menores. Este combo hace que los precios de la soja hayan caído 13%, aunque es una caída menor que la del maíz, que es del 30%", describió.
En el caso de los subproductos, Terré dijo que habrá un aumento de 5% en producción, traccionado por el aceite de soja (sobre la harina), ya que el primero "tiene mucha demanda por los biocombustibles". Por otra parte, el precio del biodiesel verá una recuperación reflejo del aumento del precio del petróleo. "En 2024 el aceite que más va a aumentar es el de soja; los otros aceites no van a crecer", predijo la economista.
En el caso del mercado argentino, Terré analizó que las diferentes ediciones del dólar soja, "si bien generaron una mejora en el margen bruto de la exportación, para la industria fue negativo. Y hoy con el dólar soja 4 están negativos ambos".
En cuanto a las perspectivas de la campaña 2023-24 advirtió que los suelos de la zona núcleo siguen teniendo un déficit de 250 milímetros de agua, situación que "ya impactó en el trigo y puede perjudicar los planes de la gruesa si no llueve en los primeros 15 días de octubre". Si eso ocurriera "la intención de hacer maíz de 2da pasaría a soja".
Para la BCR, la cosecha de soja 2023-24 de Argentina sería de 48 mill/tn. "Venimos de 20 mill/tn pero seguimos lejos del potencial de 60 mill/tn". También indicó que el procesamiento del poroto (crushing) va a ser 50% superior y la exportación, 264% mayor.
"Los porotos y la harina aportarán casi 18.000 millones de dólares en la campaña 2023-24: uno de cada 2 dólares los va a proveer la cadena sojera", cerró Terré.
Por su parte, Bruno Todone, de la consultora Safras & Mercados, reforzó que el mercado mundial de la soja va a estar marcado por el aumento del uso del biodiesel en Estados Unidos que va a presionar sobre los stocks y los precios. "Su capacidad de molienda va a pasar de 60 a 80 millones de toneladas. Eso va a ser una piedra en el zapato para la Argentina porque podría depreciar los precios de la harina de soja, nuestro principal producto de exportación", advirtió.
Todone analizó también la actualidad y la proyección de Brasil, que viene aumentando la superficie sojera desde 2007 y todavía tiene capacidad de expansión sobre los montes hasta 90 mill/ha sembradas. Para este año, el gigante sudamericano proyecta una campaña que alcanzaría a 163 mill/tn (casi 7 mill/tn más que la pasada), aunque con dudas por el clima por una posible falta de lluvias en el centro y norte.
Por el contrario, indicó que Argentina está estancada en superficie y en rendimientos, además de que la industria opera "muy por debajo de la capacidad instalada".
Con todos estos datos, Dante Romano de la Universidad Austral y la corredora FyO, dejó consejos a los productores para la toma de decisiones con su soja, advirtiendo que "hay 3 factores que complican las decisiones: la brecha cambiaria, el clima (porque sigue sin llover) y los derechos de exportación".
"Hoy hay un diferencial entre el valor de mercado y en el que recibe el productor: los precios promedios pueden ser de 330 dol/tn en la posición mayo 24, pero cambiarían diametralmente si hay una reforma en las retenciones", señaló.
Romano proyectó que la próxima campaña tendrá un carry over de 6 mill/tn. Así, para los productores que aún no hayan comenzado a vender la nueva cosecha les recomendó negociar hasta el 20% de la misma "para financiar gastos de siembra", también "hacer opciones call y tratar de levantar el precio hasta 350 dol/tn". Y para quienes ya hayan vendido ese porcentaje o más, les recomendó no volver al mercado y "bancar a ver qué pasa".
"No entremos en la alquimia de especular con lo que puede hacer el nuevo gobierno. Cuiden el margen", concluyó.