Desde la Mesa de Carnes, una organización conformada por una gran parte de las instituciones relacionadas a la producción de carnes de vaca, cerdo y pollos, se realizó un detallado informe con propuestas y estrategias para potenciar la actividad. El trabajo propone lineamientos con metas para 2032 que incluyen la generación de más 114 mil puestos de trabajo, un aumento de la producción de más de 1 millón de toneladas, ingreso por exportación por encima de los 4.000 millones de dólares y un aumento en la actividad económica de más de 5.000 millones de dólares. “A eso hay que sumarle más de 200 mil fletes para trasladar esa producción y más de 2 millones de toneladas adicionales de maíz para consumo animal. Es un derrame en todo el sector y sus alrededores”, afirman desde la Mesa de Carnes.

Para 2032 se generarían un total de 114.623 nuevos puestos de trabajo, alcanzando así la cadena los 546.068 puestos de trabajo, entre sus diferentes eslabones: primario, industrial, comercial, de transporte y logística. Esa cantidad de nuevos puestos es el equivalente a emplear tres veces y media la totalidad de la población de Arrecifes en Buenos Aires o cuatro veces y media la población de Río Segundo en Córdoba, o una vez y media la población de General Pico, La Pampa. Con una mayor producción tanto para mercado interno como externo, crece la actividad económica. El aporte total en actividad económica de carne de bovina podría crecer USD 5.505 millones hacia 2032. Esto significa que la facturación podría crecer hasta los USD 26.444 millones, un aumento del 26% respecto al año de base. El complejo bovino generaría a 2032 un total de exportaciones por USD 8.582 millones, entre todos sus productos. El incremento con respecto al año base es del 102%, es decir, el equivalente a duplicar lo que exporta Argentina en la actualidad.

Dardo Chiesa, coordinador de la Mesa de Carnes, indicó que : “Este programa abarca a toda la cadena de la carne, desde la producción primaria como subir el precio de faena, aumentar la eficiencia reproductiva, hasta los industriales y frigoríficos como combatir la informalidad, temas sanitarios y eliminar impuestos distorsivos. Hemos analizado punto por punto y ponderado cada eje de trabajo. Lo presentamos en el Congreso porque entendemos que el es el ámbito adecuado para trasladarle nuestras propuestas a la sociedad y más en un año con recambio político en lo legislativo”.

Por su parte, David Miazzo, economista jefe de FADA expresó: “Entendemos que estas 60 acciones y políticas son necesarias para modernizar y potenciar la cadena bovina argentina y ponerla en un lugar de privilegio a nivel internacional. Se tiene en cuenta la integración y transparencia de la cadena, la producción en cuanto a genética, estándares sanitarios, el área de mercados interno y externo, mecanismo de comercialización y el área de ambiente, inocuidad y bienestar animal, esos son las áreas que resumen el programa de trabajo”.
Asimismo, Gonzalo Álvarez Maldonado dio su visión: “a través de más de 28 entidades que presentamos este programa de trabajo, involucramos desde el productor al consumidor, hasta consignatarios, abastecedores, el gremio de la carne, entre otros ámbitos que reclamamos y subrayamos que el sector necesita legislación para promover mayor productividad, trabajo y divisas”.

En tanto, el consejero de Coninagro y referente de Santa Fe, Lucas Magnano valoró: “esto habla de una madurez sectorial importante, y creo que debemos seguir por este camino del diálogo interinstitucional, haber presentado esto en el Congreso, que es el lugar preciso, en la Comisión de Agricultura y Ganadería de Diputados, para poder debatir y llevar a la realidad las propuestas que elevamos. Desde Coninagro estamos convencidos de que la ganadería es una actividad muy importante para productores, cooperativas y para el campo argentino en general”.

Desde la Mesa de Carnes expresan que se pretende alcanzar una producción de 4,2 millones de toneladas a 2032, un 35% más que 2022, el año base. Se persigue lograr un mayor peso de faena y niveles de destete, principalmente, acompañado de un crecimiento de stock y una mejora en la productividad del stock, es decir los kilos de carne que se producen por cada cabeza.

En cuanto al destete, el trabajo fija una meta de 75%, frente al 65,8% del año base. También se busca que el peso de faena llegue a los 275 kilos res, lo que implica 43 kilos adicionales.
Esta producción de 4,2 millones de toneladas, se destinará un 43% a la exportación y 57% al mercado interno. “Es importante hacer énfasis en esto, para derribar el mito de que el abastecimiento interno y las exportaciones compiten entre sí, hay capacidad productiva para abastecer ambos mercados”, aclaran desde la Mesa.

¿Cuáles son los Lineamientos?

El proceso participativo permitió establecer 4 áreas focales: cadena, producción, mercados y bienestar animal, ambiente e inocuidad, cada uno con diferentes ejes estratégicos. Se desarrollaron 60 políticas y acciones, configuradas en un plan de implementación, que para 2032 permitirán alcanzar las metas planteadas por la cadena bovina y generarán impactos en la economía y sociedad argentina. Se plantea como necesario partir de un marco macroeconómico ordenado, para que los ejes estratégicos y las políticas que de ellos derivan tengan impactos reales y duraderos. Lograr cero retenciones, cero restricciones, un dólar y reglas claras.

El área cadena se focaliza en lograr integración, transparencia e intercambio de información, trabajar en la comunicación interna, entre los diferentes eslabones, y externa, para con la sociedad y resolver cuestiones impositivas, de informalidad y financiamiento.

En producción el foco está puesto en los ejes que mejoran el esquema productivo, equilibran el desarrollo del sector y fomentan su crecimiento, como la genética, los indicadores de eficiencia productiva, el estándar sanitario nacional y cuestiones vinculadas a la trazabilidad, entre otros.

El área mercados involucra tanto el potenciar los mercados ganaderos nacionales, mejorar el esquema de comercialización minorista y trabajar en la apertura y sobre las intervenciones existentes en el mercado externo, como las prohibiciones a exportar cortes, los DEX o las Declaraciones Juradas de exportación de carne.

La última área está focalizada en las implicancias y tendencias a nivel nacional e internacional, logrando un esquema productivo en favor de una sola Salud, con cuidado del ambiente, el bienestar animal y la inocuidad de los alimentos.

“La cadena bovina argentina posee un potencial extraordinario debido a su destacada tradición ganadera, su sólida base productiva, el compromiso de los miles de personas y empresas que conforman su cadena y el reconocimiento de la calidad de sus productos a nivel nacional e internacional. El país se encuentra en una posición privilegiada para liderar la producción y exportación de carne bovina de alta calidad a nivel mundial, con buenos indicadores ambientales y de bienestar animal. Generando en el proceso empleo, actividad económica y divisas con un fuerte arraigo federal. Estos Lineamientos buscan aportar a la construcción de un norte común para que los actores de la cadena puedan trabajar juntos por un futuro más prometedor para todos los argentinos”, concluyen desde la Mesa de Carnes.

Fuente: Coninagro