Parte de esta suba responde al retraso de valores que venía sufriendo la hacienda en los últimos meses y en parte, obviamente, refleja el efecto de la devaluación del peso luego de las elecciones primarias. Lo cierto es que, a inicios de agosto, el valor medio del novillito liviano en Cañuelas rondaba los $680 el kilo y en tan solo dos semanas esa misma mercadería llegó a marcar $950 el kilo, esto es un aumento del 40% dentro del mismo mes.
Consecuencia de ello, las primeras mediciones privadas de precios minoristas mostraban subas inmediatas en el precio de la carne superiores al 50%; sin duda desplazamientos muy difíciles de asimilar por el consumidor en un mes donde la devaluación significó un duro golpe al poder adquisitivo sobre presupuestos ya prácticamente agotados previo al fin de mes.
En efecto, en los últimos días se ha observado una especie de movimiento rebote en los valores de la hacienda en pie ante la pesadez de las ventas. Durante la última semana, los valores de referencia que marcaba el mercado Agroganadero parecen encontrar un nuevo equilibrio de precios en torno a los $850 el kilo para ese novillito liviano que tan sensible resulta a la reacción de la calle.
Sin embargo, al analizar los movimientos de precios que ha estado registrando el precio de la hacienda en pie en relación al resto de los bienes y servicios medidos a través del IPC vemos que, en promedio, los valores alcanzados durante el mes de agosto no hicieron más que corregir en términos interanuales el retraso que venía registrando la hacienda desde finales del año pasado, cuando el comportamiento del clima ya comenzaba a anticipar en ciertas regiones el escenario de presión de oferta que terminaría generalizándose durante los primeros meses de este año.
Tomando valores promedio de agosto, vemos que el Índice General Mercado Agroganadero (IGMAG) refleja una suba interanual del 125% mientras que el IPC -asumiendo una inflación del 12% para el último mes- arrojaría una suba del 123% interanual. Del mismo modo, el precio de la carne hasta el mes de julio -último dato publicado por el IPCVA- registraba un aumento interanual del 75% contra una inflación acumulada a ese mes del 113% interanual.
Pero más allá de este análisis objetivo, el impacto real que recibe el consumidor no se rige tanto por variaciones acumuladas sino por movimientos recientes. Al momento de asignar su presupuesto de compra, el cálculo de cuánto debe destinar al consumo de un bien hoy en relación a lo que destinaba el mes anterior es el que en definitiva determina la decisión de compra.
En efecto, los datos que surgen del envío de animales a faena durante el mes de agosto muestran una importante reducción con relación a lo registrado en los últimos meses. Así, los Documentos de Tránsito Electrónico (DTe) informados durante agosto anticipan una faena en torno a 1.236.500 vacunos, prácticamente sin cambios respecto de lo registrado en igual mes del año pasado cuando hasta el mes de julio los incrementos fluctuaban entre el 10% y el 15% interanual. Un comportamiento atípico para el este segundo período del año donde la tendencia en la faena suele ser ligeramente ascendente.
Otro dato que sorprende con relación a la foto que deja el mes de agosto es la moderada caída que registra el stock de hacienda en feedlots. De acuerdo con los datos informados por SENASA al 1ro de septiembre los corrales alojaban un total de 1,88 millones de animales, apenas 1,8% inferior al reportado el mes anterior y prácticamente sin cambios respecto de lo encerrado un año atrás.
Sucede que, ante la suba del precio del ternero, muchos feedlots optan por retener y seguir cargando kilos a la hacienda encerrada en lugar de tener que reponer ese ternero a una relación que actualmente resulta un 20% más cara (1.18) que lo que valía un mes atrás.
Similar comportamiento comenzará a adoptar el invernador tradicional en la medida que los campos soporten una mayor carga. En este sentido las lluvias registradas este fin de semana comienzan a generar el marco necesario para el inicio de la retención.
Sin embargo, a diferencia de otros períodos en los que se registró escasez de hacienda, en este contexto resultará muy difícil arribar a un equilibrio de oferta y demanda vía aumento de precios. Por el contrario, vemos en los próximos meses mayor probabilidad de que ese nuevo equilibrio ajuste más por un corrimiento de la demanda hacia un menor nivel de consumo.
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario