El grado de pass through resulta muy elevado y la volatilidad de precios en el corto plazo (incluso de una semana a otra) se torna muy alta.
● El pasaje de una inflación de dos dígitos a una de tres, trastorna los problemas que trae aparejados, dando lugar a un creciente fenómeno inercial.
● A pesar de la creciente volatilidad de precios, los precios relativos se vuelven rígidos en el corto plazo y los intentos por modificarlos generan buscas aceleraciones inflacionarias.
● Es el caso de Argentina en el presente donde jubilaciones, asignaciones, salarios, alquileres, créditos, tarifas y la política cambiaria se encuentra en un proceso de creciente indexación.
● El riesgo actual pasa porque esta dinámica no pueda controlarse y se escale hacia una hiperinflación. Aquí la moneda perdería su función de medio de cambio en manos del dólar.
● Luego del mal resultado en las PASO, Sergio Massa optó por concederle la devaluación al FMI para poder recibir el desembolso por U$S7.500 M.
● Una vez conseguido, el siguiente paso fue el anuncio de un paquete de medidas para recomponer ingresos y paliar los efectos regresivos de la devaluación.
● El principal objetivo del oficialismo es llegar al final de mandato sin una explosión cambiaria. El siguiente, ganar las elecciones. A simple vista, objetivos que parecen incompatibles.
● La posición del oficialismo posiblemente sea intentar hacer equilibrio entre estos dos objetivos. La pregunta que queda entonces es, ¿alcanzan los dólares hasta octubre?
● La necesidad de divisas para continuar con esta estrategia podría ser de aproximadamente U$S1.300 M hasta las elecciones generales.
● El BCRA contaría sólo con aproximadamente U$S1.600 M tanto para continuar con la intervención cambiaria como para sostener el nivel de importaciones.
Fuente: CESO