En 2021 la revista científica Nature Food publicó un artículo llamado “Food systems are responsible for a third of global anthropogenic GHG emissions”, donde revela que un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial provienen de los sistemas agroalimentarios, principalmente debido al uso de fertilizantes químicos, plaguicidas y desechos animales, lo que implica un desafío para este sector de implementar acciones de mitigación y adaptación acelerados en el contexto de crisis climática que vive el planeta.
A su vez, la agricultura también es víctima de las consecuencias que ha generado el calentamiento global, como es la desertificación de los suelos, impactando directamente en su desarrollo. En ese sentido, soluciones como la tecnología agrovoltaica se convierten en una alternativa relevante para generar acciones de cambio, optimizando el uso del terreno y aumentando el porcentaje de humedad en los suelos gracias a la sombra que generan los paneles solares fotovoltaicos, haciendo más eficiente el uso del agua para el riego y protegiendo el cultivo de las altas temperaturas y la irradiación solar.
Martín Valenzuela, Gerente de Negocios y Área Internacional de Andes Solar, explicó al respecto que “es excepcional el concepto de agrovoltaica y las distintas aplicaciones que se pueden realizar. Es posible combinar la producción agrícola y proyectos fotovoltaicos en un mismo terreno de una manera sostenible y que ambas aplicaciones se vean beneficiadas. Un mayor desarrollo de esta tecnología en Chile permitiría un aprovechamiento más eficiente de los suelos, al tecnificar producciones agrícolas mediante uso de energías renovables, posibles ahorros en consumo del agua y protegerse de ciertas condiciones climáticas, entre otros temas. Su implementación no solo contribuirá a combatir el cambio climático y reducir las emisiones, sino que también impulsará el desarrollo económico y social del país”.
Andes Solar es una de las empresas renovables que está impulsando este tipo de tecnología y desarrollando este tipo de proyectos en Chile, con más de 10 años de experiencia en la industria renovable y que cuenta con más de 50 instalaciones fotovoltaicas.
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Los desafíos en AgroPV
En esa misma línea, recientemente se conoció un estudio de investigadores de Fraunhofer Research Chile, que señalaba que la energía agrovoltaica es una solución que vendría a aumentar la eficiencia del uso de la tierra en un 60%, adaptando la producción agrícola y energética en un mismo lugar, destacando los resultados de un proyecto piloto en AgroPV que desarrollaron, en el cual se vio una disminución de la evaporación de humedad del suelo y la transpiración de agua de cultivos (evapotranspiración), registrándose una reducción de más de 30%
Si bien existen avances en la realización de proyectos piloto liderados por Fraunhofer Chile, gobiernos regionales y empresas desarrolladoras como Andes Solar, aún hay mucho por avanzar y qué mejor que trabajar de forma colaborativa entre industrias tan relevantes y estratégicas para Chile como lo son la agrícola y la renovable.
Dentro de los desafíos de Fraunhofer Chile ha señalado es que para masificar el uso de sistemas Agro PV en la agricultura nacional, consiste en definir diseños que reduzcan el costo de las estructuras de soporte. El aprovechamiento de estructuras existentes y el desarrollo de proyectos a mayor escala en base a módulos estandarizados, son opciones que deben ser analizadas para reducir los costos de las instalaciones. Por otro lado, los equipos fotovoltaicos (paneles, inversores) han reducido bastante sus valores.
En cuanto a las estructuras, es interesante destacar la posibilidad de fabricar componentes, partes y piezas a nivel local. Esta es una oportunidad para maestranzas, empresas metalmecánicas o afines, que ya presten servicios a la agricultura. Además, las empresas de instalación de sistemas fotovoltaicos pueden abrir un nuevo mercado y entregar también otros servicios de mantención, (limpieza de paneles, reparaciones y revisiones menores, entre otros).
Otro aspecto de interés que surge a partir del desarrollo del concepto AgroPV es su potencial contribución a mejorar los niveles de estabilización en el servicio eléctrico rural. En zonas rurales las redes son muy extensas y su mantención es de alto costo. A su vez, los alimentadores muy extensos impactan negativamente en la estabilidad del servicio en algunas zonas.
La instalación de unidades de generación fotovoltaicas distribuidas a lo largo de las redes rurales, puede contribuir a mejorar dicha estabilidad, mediante la incorporación de inversores especializados y otros componentes tecnológicos. Este aspecto será trabajado durante los próximos 3 años, en conjunto con las empresas distribuidoras de electricidad, señalan dentro de las conclusiones de su trabajo realizado en Chile.