La notoria escasez de divisas en las arcas del Banco Central opacó la serie de compras que viene efectuando la entidad monetaria en el mercado desde la última semana de julio, con la llegada de un nuevo dólar agro (Programa de Incentivo Exportador) a $340 por unidad que incorporó a las exportaciones de maíz y un endurecimiento del “cepo” importador.
Tras las últimas medidas para tratar de fortalecer las divisas disponibles del BCRA, la economía transita una inflación a ritmo de tres dígitos porcentuales al año, devaluación diaria creciente y rígido control de capitales, a días de elecciones primarias (PASO) para elegir candidatos presidenciales hacia las generales de octubre.
Una cuestión que inquieta y es tema protagónico en el debate de los analistas económicos es la acelerada dinámica bajista que tomaron las reservas del BCRA este año, una caída a la que cuesta encontrarle paralelos de similar magnitud en la historia y que puede ser analizada desde distintas perspectivas:
1) Piso desde 2006. Las reservas brutas tocaron un mínimo de 17 años el lunes 31 de julio, con USD 24.032 millones en términos brutos, una cifra que no se veía desde el 22 de mayo de 2006, luego de que el Tesoro nacional afrontara un vencimiento con el Fondo Monetario por unos 2.700 millones de dólares.
2) Reservas netas en nivel históricamente negativo. Los activos externos del BCRA tocaron un mínimo en este siglo el 8 de agosto de 2002, de USD 8.832 millones, un monto que representa la tercera parte del stock actual. No obstante, descontado el “swap” de monedas con el Banco Popular de China y los depósitos privados en divisas netos de préstamos de los bancos a exportadores, las reservas netas de libre disponibilidad se convierten en negativas en unos USD 10.000 millones -incluye unos USD 3.900 millones en oro-, una cifra sin precedentes.
“Con el pago que se hizo al FMI en la última semana que quitó USD 2.600 millones de las arcas del BCRA -los USD 1.000 millones del CAF son deuda en cabeza del BCRA, afectando las netas-, las reservas netas se hundieron a un mínimo histórico de menos USD 9.896 millones. Un nivel tan bajo y una segura tendencia declinante una vez finalizado el dólar agro, no puede hacer otra cosa que volver verosímiles los temores de devaluación”, dijeron a Infobae los analistas de Portfolio Personal Inversiones.
Esos USD 10.000 millones de reservas netas negativas son congruentes con el descenso en USD 10.889 millones en el ingreso neto del sector de oleaginosas y cereales durante el primer semestre del año, según el balance cambiario del BCRA.
“El impacto de la sequía ha sido significativo en dos frentes sensibles: el flujo de dólares por un lado y la recaudación de derechos de exportación, por otro”, explicó Nadin Argañaraz, presidente del Iaraf (Instituto Argentino de Análisis Fiscal).
3) La caída nominal en 2023 también es de las más grandes. Entre enero y julio los activos internacionales acumularon un descenso de USD 20.566 millones o 46,1%. Así, quedaron en un nivel inferior al piso de USD 24.862 millones que la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner le había legado a su sucesor, Mauricio Macri, el 10 de diciembre de 2015, también con un BCRA con activos diezmados en medio de un profundo déficit fiscal y control de capitales.
Esta caída para los primeros siete meses del año es muy superior a la baja observada en el crítico 2001, cuando en igual lapso se recortaron USD 13.977 (40,8%), desde USD 34.234 millones a USD 20.257 millones, entonces sin “cepo” durante la presidencia de Fernando de la Rúa. En doce meses del 2001 las reservas perdieron USD 19.002 millones (55,5%),para cerrar el año en 15.232 millones de dólares.
En este sentido, el retroceso nominal más grande para las reservas en divisas del Central se produjo durante la gestión de Mauricio Macri entre el 9 de abril de 2019 -cuando el stock alcanzó un récord de USD 77.481 millones por créditos del FMI- y el 7 de noviembre de 2019, cuando después de las elecciones presidenciales de aquel año quedó en USD 43.108 millones. En esos siete meses las reservas se desplomaron en USD 34.373 millones o 44,4 por ciento.
4) Desplome en términos relativos. El descenso de reservas de los primeros siete meses de 2001 fue de 40,8%, frente al 46,1% de este 2023. En otro período de crisis, entre enero y julio de 2002, durante la presidencia de Eduardo Duhalde, las reservas brutas exhibieron un desplome del 41%, fue una pérdida de unos USD 6.246 millones, desde los USD 15.232 millones a los 8.986 millones de dólares.
En este punto, Salvador Vitelli, jefe de Research de Romano Group, subrayó que por efecto de la devaluación del dólar debido a la inflación en EEUU en las últimas dos décadas, la caída de reservas de 2001 es aún la más grande de la historia medida en dólares constantes, pues en el lapso enero-julio acumuló aquel año el equivalente a USD 24.550 millones a precios de hoy.
“El acuerdo con el FMI es de difícil cumplimiento y los dólares que llegarán será solo para repagar deuda con el propio Fondo. Ahora, para saldar lo de este lunes y martes, no hay otra (forma) que hacerlo con la autorización de China para usar yuanes, más lo acreditado por la CAF y algunos pocos dólares propios”, sostuvo el consultor económico Marcelo Rojas.
Un informe de la consultora Ecolatina destacó que “el shock exógeno de la sequía, que implicará una reducción de las exportaciones por encima de USD 20.000 millones, está afectando gravemente a la economía. La actividad agropecuaria registró en mayo la caída interanual más pronunciada de la serie histórica” con 44% interanual”.
“No obstante el panorama presente, a futuro las condiciones para las exportaciones lucen más favorables ya que se espera para el año próximo un escenario climático no tan extremo, lo que permitiría recuperar producción y, de esta forma, capacidad exportable”, estimaron desde PwC Argentina.
“Adicionalmente, en el futuro cercano otros dos sectores podrían acompañar al sector agropecuario en la generación de divisas: el sector energético y el minero”, agregaron en la consultora.
A días de las PASO “se evidencia un creciente proceso de dolarización y así es que las autoridades han venido acentuando las intervenciones en busca de ir regulando el ritmo de deslizamiento en esta delicada etapa”, afirmó Gustavo Ber, titular de Estudio Ber.
“También se perciben crecientes preocupaciones sobre el escenario político y económico para el extenso período posterior hasta las elecciones de octubre, más ante la escasez de divisas y el exceso de pesos, un ‘combo’ que genera mayores expectativas inflacionarias”, acotó el economista.
La noticia de que el FMI adelantará los desembolsos a Argentina “debería ayudar a impulsar la economía hasta las elecciones. Pero el tipo de cambio sobrevaluado sigue siendo el elefante en la habitación”, estimó Capital Economics.
“En última instancia, la salida de los problemas actuales requerirá una política fiscal y monetaria estricta, así como una gran caída del peso”, concluyó la consultora de marras.
Fuente: Rosario Finanzas